Casa FV es el apartamento de una chica alegre y amante de colores intensos y decididos. Es la casa de su familia, un lugar querido y conocido por ella en sus virtudes y defectos. Un lugar del que ha querido conservar los recuerdos pero que ha querido transformar para hacerlo suyo, gracias al proyecto de UAIG ufficio per l’architettura.
El proceso de diseño y construcción siempre ha estado acompañado de agradables recuerdos, sin que estos se conviertan en un obstáculo para imaginar la nueva vida de la casa que responderá a nuevas necesidades, funciones y formas de habitar. El apartamento se encuentra en una zona residencial de Palermo y forma parte de un complejo de edificios en línea de los años 70, resultado de la expansión hacia el norte de la ciudad.
La cliente no tenía requisitos funcionales específicos, excepto mantener un segundo dormitorio para invitados, un pequeño estudio para ella y espacio de almacenamiento para ropa y zapatos. Desde el punto de vista del diseño, confió completamente en el estudio de diseño UAIG, especializado en la realización de proyectos de renovación en los que la casa antes y después adquiere una nueva luz.
La cliente participó activamente en la elección de suministros y colores como parte del mismo modus operandi del estudio arquitectónico, en constante diálogo con el cliente.
Partiendo de la lista funcional y la idea de mantener una memoria de la casa, se decidió conservar el diseño general existente, que ya era eficiente y óptimo en relación con la superficie de la casa y su exposición. Sin embargo, en el proyecto se intervino modificando el sistema de distribución clásico en el que la entrada seguida de un pasillo cortaba longitudinalmente todo el apartamento. El pasillo fue eliminado a favor de la sala de estar, que se volvió más amplia y habitable. Se mantuvo un pasillo reducido para servir al baño de visitas, un trastero y el estudio, creando al mismo tiempo volúmenes de almacenamiento solicitados por la cliente.
Siguiendo el nuevo modo de habitar imaginado por la cliente, el estudio de diseño ha configurado espacios más libres y fluidos, manteniendo al mismo tiempo las separaciones funcionales que considerábamos imprescindibles, como la clara separación de la cocina del área de estar, siendo esta comunicante directamente.
La separación entre el área de estar "abierta" y una zona "privada" (dormitorios, estudio y cocina), que antes estaban físicamente separadas por un pasillo, ahora se realiza de manera menos rígida. La parte privada, más íntima de la casa, está protegida por una "línea dentada", no lineal, que se inspira en la pared inclinada original de la puerta de entrada. Esta pared dentada, que destaca volúmenes de mampostería como si fuera una "fortificación", contrasta con la planta regular y rectangular del área de estar.
Las dos partes opuestas están unidas por la textura y el color neutro de los materiales de acabado de paredes y techos y por el suelo uniforme. Este último, con su color intenso, es la superficie en la que se contraponen los diferentes volúmenes y, con la colocación regular y alineada de las tablillas de parquet resinado, genera una rejilla de medida para resaltar los contrastes entre los volúmenes.
En la oposición creada entre la "fortificación" de la zona íntima de la casa y la zona de día, se buscó un elemento que actuara como bisagra. La necesidad técnica de ocultar un pilar fue la oportunidad para colocar un volumen, formalmente autónomo, que con su revestimiento de espejo multiplicara y al mismo tiempo uniera las dos partes en una única percepción visual.
Funcionales a la idea proyectual, para enfatizar los volúmenes, se ha elegido la textura de los revestimientos murales y la elección de elementos rasomuro para puertas y paneles de compartimentos.
Se ha elegido la línea Synthesis de Eclisse para las puertas correderas y los paneles, una solución ya probada en otros trabajos de los diseñadores y que prefieren por las cualidades técnicas de los sistemas, la versatilidad y la sencillez de instalación.
Además, UAIG suele personalizar las puertas interviniendo en las cerraduras y realizando a medida y artesanalmente la manija, ya que este elemento adquiere un valor que va más allá de la mera función. Además, los paneles de las puertas pintados en obra con el mismo acabado de las paredes son inevitablemente más delicados y propensos a ensuciarse: aplicar una manija vertical (que cubre por lo tanto más alturas de uso) y bien dimensionada permite el correcto uso de la puerta ya sea corredera o batiente, sin dañarla con el desgaste.
