Renato D'Ettore Architects

Renato D'Ettore Architects

265 Victoria Street, Darlinghurst, NSW, 2010 (previously: 203/19a Boundary Street, Rushcutters Bay, NSW, 2011)

Curriculum del arquitecto


Nacido en Italia, se trasladó a Australia con su familia en los años 60, estudió arquitectura en la Universidad de Tecnología de Sídney. En 1984, Renato vivió en Cerdeña investigando muchos sitios arquitectónicos alrededor de las islas del Mediterráneo. Posteriormente trabajó para Pier Luigi Nervi y Paolo Portoghesi en Roma, y para Harry Seidler y Romaldo Giurgola en Sídney. Renato inició una práctica individual en 1990 después de recibir un encargo para una casa en South Coogee.
 

El camino profesional en el panorama arquitectónico

La casa, con un magnífico sitio cerca del mar, inspiró a Renato a aprovechar la oportunidad de forjar un camino personal dentro de la multiplicidad del panorama arquitectónico moderno. El camino personal elegido se manifestó no solo en sus valores de diseño, sino también en la práctica de su arquitectura; una forma intuitiva de trabajar en la que los proyectos se dejan evolucionar en su tiempo a través de una continua revisión y modificación, trabajando a través de las infinitas posibilidades de diseño y biophilia de la arquitectura.


El concepto

La arquitectura de Renato se inspira en los maestros y civilizaciones del pasado, buscando representar el presente con el deseo de dejar edificios duraderos para el futuro. Renato es miembro del Instituto Australiano de Arquitectos y ha sido arquitecto registrado en NSW desde 1997.

Filosofía

Como práctica, el estudio de arquitectura se inspira y hace referencia a áreas lo más amplias posible. Cada proyecto presenta una oportunidad para explorar aspectos de la fenomenología y el desafío de conferir especificidad. Evitar tendencias por soluciones preconcebidas que a su vez son formulares en el enfoque de diseño y que impiden una rigurosa investigación, exploración y descubrimiento de las fuerzas oscuras intrínsecas en cada sitio. Una vez que estas fuerzas ocultas son descubiertas y la dirección del diseño se vuelve clara, solo entonces la arquitectura puede tener el potencial de lograr una presencia significativa. El objetivo es crear una arquitectura evocativa, que intente dar un sentido de lugar y belleza, satisfacer la necesidad humana de expresiones textuales y táctiles, calmar o estimular los sentidos con luz y sombra, espacio y materialidad, reduciendo la complejidad para lograr claridad y simplicidad, enfatizando así los elementos efímeros que una buena arquitectura puede generar.