Espacios fluidos y materiales contrastantes para un apartamento en Madrid

El apartamentose halla en una torre de trece plantas en un conjunto residencial en un barrio de Madrid. El interior, dividido en diferentes áreas y poco flexible, se vuelve fluido y abierto gracias a la intervención del estudio MINIMO, potenciando la iluminación natural

Una vez retirados los tabiques originales, el proyecto avanzó de una forma muy sencilla: el objetivo era unificar las estancias de la casa mediante el uso del mosaico hidráulico. Este último, con su ornamento geométrico, se utilizó tradicionalmente para delimitar y reorganizar espacios muy compartimentados y dar una regularidad que su perímetro no permitía

Con referencias directas a la arquitectura paulina y mediterránea, el espacio fluido de la casa se caracteriza por el color y la geometría. El techo es el segundo elemento que subraya la fluidez de la casa: una losa de hormigón visto, que crea continuidad en toda la zona de estar y se diferencia solo en la zona de dormitorio, proporcionándole la privacidad que necesita

El único elemento que interrumpe la vista horizontal entre los dos niveles paralelos del salón es el mueble de cocina de abedul, una pieza única que se convierte en protagonista del proyecto. Tubos verticales, radiadores y montantes también interrumpen la vista horizontal, tratados con sencillez y funcionalidad. Los materiales, así como el maderamen, son tratados en bruto, mostrando su irregularidad