El Bistro Bergsteiger está orientado, por un lado, hacia la vista de la cumbre 12 al sur y, por otro, hacia los edificios circundantes: en el plano, Plasma Studio retoma la alineación con el volumen protegido, mientras que las alturas reducidas se definen para respetar el diseño del alzado global de los elementos construidos
Bistro Bergsteiger y su composición en equilibrio con el paisaje
Situado en el centro del Patrimonio Natural UNESCO de los Dolomitas de Sesto, el Bistro Bergsteiger se integra cuidadosa y adecuadamente en su contexto natural y construido: el borde de un terraplén, situado a lo largo de una ruta de senderismo muy frecuentada, se utiliza para insertar el nuevo volumen e integrarlo en la topografía circundante
La vista desde la entrada al valle sobre el paisaje montañoso que constituye su telón de fondo al sur no se ve reducida por la inserción del nuevo volumen, ni interfiere visualmente con el edificio protegido existente. Las dimensiones se reducen al máximo y las geometrías se adaptan a lo preexistente
El resultado es una arquitectura "adecuada" a su contexto, pero que se desarrolla con carácter. La superficie del tejado, de doble pendiente y color verde intenso, se eleva hacia la vista principal, y el acristalamiento a toda altura permite recorrer el paisaje montañoso
El interior ofrece al mayor número posible de visitantes una vista imperturbable de las montañas; la sala principal está dividida espacialmente en el mostrador, el espacio de circulación y dos zonas de restaurante separadas, que crean intimidad, tranquilidad y permiten una amplia vista gracias a la diferencia de altura entre las plantas
La fachada acristalada de la terraza puede abrirse y, con buen tiempo, el espacio exterior puede extenderse al interior. En cuanto a la materialidad, el edificio se inspira en lo preexistente: enfoscado por dentro y por fuera, y una interpretación contemporánea de los motivos del característico revestimiento decorativo de madera de alerce
El contrapiso y el enlucido expuestos con agregados de piedra y arena tomados directamente del lugar, así como el uso de piedra dolomita y madera de alerce local en el mobiliario, intensifican la contextualización del proyecto. Nomen est omen: los propietarios del bistró son los descendientes de los pioneros del alpinismo Michl y Sepp Innerkofler, y la documentación de su primera ascensión forma parte del diseño interior. El diálogo con el contexto y la moderación en la intervención definen un proyecto que se realiza en su "adecuación"
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