Inspirándose en las cercanas aguas oceánicas, azules y tranquilas en verano, congeladas en invierno, el diseño del edificio intenta encapsular la maravilla natural del agua en su núcleo. El esquema crea una fuerte huella externa con geometrías decididas, pero corta una forma cónica en el interior creando un anfiteatro. El espacio vacío central puede ser reconfigurado y utilizado de muchas maneras, mientras que las galerías de arriba se benefician del espacio interior abierto e iluminado
Centro de Arte en China. Actividades espirituales ambiente se funden en una arquitectura geométrica
El proyecto nació cuando el promotor Aranya pidió al estudio Neri&hu que diseñara un centro de arte dentro de una "comunidad costera", un lugar donde la fuerte espiritualidad emerge del estilo de vida en contacto con el entorno, de ahí la idea de crear espacios abiertos y lugares para compartir
Dentro de la espesa masa del volumen del edificio hay una serie de espacios interconectados que los visitantes pueden visitar libremente, subiendo lentamente, disfrutando de un viaje coreográfico con vistas directas tanto al interior como al exterior. Un camino en espiral conduce a través de todos los espacios, creando una expectativa en cada cambio de perspectiva. Comenzando en la parte inferior con el Café, se pasa por la Galería Multiusos y un Anfiteatro al aire libre, la ruta guía a los visitantes a través de cinco galerías separadas, culminando en el techo donde se obtiene una vista de 360 grados de las actividades de abajo
Compuesta principalmente por varias piezas de hormigón armado estructurado, la fachada y la materialidad crean un edificio pesado, como una roca sólida que se asienta firmemente en el entorno cambiante. Las superficies lisas reflejan los cielos cambiantes, mientras que las unidades modulares con su silueta recogen el juego de las sombras durante el día. Los elementos de bronce actúan como acentos en la fachada pesada para capturar la luz y llamar la atención sobre la entrada de cada galería
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