Casa Attico: the harmony between wind, dunes, and contemporary architecture

Casa Attico, un proyecto de Atelier Matteo Arnone, combina hábilmente arquitectura contemporánea y naturaleza brasileña, aprovechando el viento para crear espacios interiores cómodos e integrados en el paisaje.



Una arquitectura que nace del viento

En el noreste de Brasil, en la orilla de São Miguel do Gostoso, Casa Attico emerge con delicadeza del paisaje natural. Diseñada por Atelier Matteo Arnone, esta residencia es un ejemplo de cómo la arquitectura puede responder a los contextos morfológicos y climáticos, en este caso guiada por el viento constante que sopla todo el año. La casa no solo aprovecha la ventilación natural, sino que la convierte en un componente clave de su diseño espacial.

Ubicada estratégicamente en las dunas, Casa Ático se eleva lo suficiente como para ofrecer una vista espectacular al mar, convirtiéndose en un punto de referencia visual para el paisaje circundante. Esta interacción entre la construcción y el terreno permite que la casa se integre armoniosamente en el entorno, manteniendo una estructura que se destaca sin nunca imponerse.

La gestión de la ventilación: el corazón del proyecto

Uno de los aspectos más fascinantes de este proyecto de arquitectura es el uso sabio de la ventilación natural, que define la forma misma de la casa. Matteo Arnone ha diseñado el edificio como una especie de máquina para el viento. El piso de abajo está estructurado de manera que captura y canaliza el viento que viene del este a través de una serie de patios. El viento entra con fuerza, pero la disposición de las paredes y las aberturas lo ralentiza, distribuyendo una brisa agradable que atraviesa todas las habitaciones.

Este sistema es particularmente evidente en las cuatro habitaciones simétricas en la planta baja, que se benefician de una ventilación constante y natural. El uso de patios internos no solo facilita el flujo de aire, sino que también crea puntos de luz natural y espacios de conexión entre el interior y el exterior.

La torre: una estructura que respira

Al subir de nivel, la casa se desarrolla en una torre que representa una solución técnica y formal muy interesante. Las paredes de la torre están compuestas por dos capas de albañilería en ladrillo, entre las cuales el aire puede circular libremente, creando una ventilación natural de la fachada. Este detalle no solo asegura un confort térmico óptimo, sino que también añade un carácter único al edificio, convirtiendo a la torre en un punto focal tanto desde el punto de vista estético como funcional.

En el piso superior, el espacio se vuelve más íntimo y privado. La interacción con la naturaleza circundante se intensifica a medida que nos alejamos de la zona de estar principal, hasta llegar al último nivel, donde un pequeño espacio permite contemplar el paisaje en total tranquilidad.

La cocina: el núcleo de la casa

La cocina, ubicada en el centro de la planta baja, es el corazón palpitante de Casa Ático. Diseñada para dominar visualmente toda la planta, se abre a cuatro patios que conectan los diferentes espacios interiores, organizando así la circulación y los flujos dentro del edificio. La elección de una posición central no es solo funcional, sino que también simboliza el papel de la cocina como punto de encuentro y socialización.

Otro detalle interesante es la abertura circular entre la planta baja y el primer piso, que permite una conexión visual entre la cocina y el espacio de estar y la oficina en el nivel superior. Esto permite que la luz natural penetre más profundamente en los ambientes y cree una sensación de apertura y continuidad entre los diferentes niveles de la casa.

La importancia del paisaje y los espacios interiores

Uno de los elementos distintivos de Casa Ático es la habilidad con la que Matteo Arnone ha integrado el interior con el exterior, respetando y valorizando el paisaje natural circundante. La disposición de los espacios interiores sigue una lógica precisa, donde cada ambiente está diseñado para ofrecer comodidad y funcionalidad sin perder nunca de vista la conexión con el entorno exterior.

En particular, el último piso de la torre ofrece un espacio de contemplación del paisaje, un lugar de refugio y aislamiento desde el cual se puede disfrutar de una vista impresionante del mar y las dunas. Este diálogo continuo entre el interior y el exterior caracteriza todo el proyecto, convirtiendo a Casa Ático en un ejemplo de arquitectura sensible al contexto natural.

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