En un asentamiento residencial en una colina en las afueras de Varese, Piamonte, Italia, Casa CS adopta el contexto paisajístico privilegiado haciendo que la vista y la luz de la exposición suroeste sean presencias tangibles en su arquitectura. Participar en la belleza del exterior y la búsqueda opuesta de intimidad y concentración son los objetivos del proyecto
Los proyectos de arquitectura de duearchitetti siempre tienen un profundo vínculo con el lugar en el que se encuentran y con las personas que los habitan. Casa CS no es una excepción y logra incluir tanto el cielo y la naturaleza que la rodea, como una concepción de espacio pensado para dos en el que, gracias a grandes paneles deslizantes de altura completa, se crean habitaciones fluidas ideales para cualquier situación deseada
Casa CS nace de la reorganización de un proyecto preexistente que organizaba los espacios en dos niveles adaptándose a la sección empinada del terreno. El nivel inferior se inserta en la colina como una terraza natural de piedra, desarrollándose longitudinalmente y albergando la zona de descanso, el estudio y el gimnasio. El nivel superior se apoya e encaja como una roca en la estructura subyacente, convirtiéndose en la entrada principal que da a la carretera más alta. Aquí también se encuentra la piscina ubicada en la sección del muro de piedra y la amplia terraza en el techo del garaje
Las grandes superficies acristaladas abren Casa CS al paisaje, mientras que los recorridos fluidos y continuos entre paneles de madera llevan a los núcleos funcionales internos. El proyecto se basa en la libertad de cada uno de los habitantes, comprendiéndola y ofreciéndole protección, identificando los espacios de compartir y los dedicados a la soledad. El resultado es un espacio donde los límites, marcados por grandes paneles deslizantes de altura completa, pueden modularse según la necesidad del momento, sin tener que cerrar nunca la puerta para aislarse, sino creando "fisuras de compañía, luz y curiosidad" (duearchitetti)
Un importante tema compositivo son las luces y sombras trazadas por el sol que penetra en la casa y el suelo de cemento de la zona de estar amplifica sus contrastes. En el piso inferior, en cambio, la madera atenúa las diferencias, difumina los tonos y crea una atmósfera relajante. El espejo de agua de la piscina lleva aún más al interior las pinceladas variables del cielo y en el interior, no muy lejos, la chimenea en el suelo calienta los cuerpos y los corazones con su fuego
