Casa pasiva en Monte el Pardo. Estrategias bioclimáticas con impresionantes vistas
Casa pasiva en Monte el Pardo. Estrategias bioclimáticas con impresionantes vistas

Estrategias bioclimáticas con vistas impresionantes para Casa en Monte el Pardo

A 30 chilómetros de Madrid, una pareja encarga la construcción de una casa pasiva en Monte el Pardo, en un terreno escarpado con una orientación y un panorama fantásticos, diseñada para que sea alquilable durante la mayor parte del año en la que los propietarios no están en casa.

Diseño flexible e independencia de espacios

Slow Studio desarrolla proyectos de arquitectura caracterizados por soluciones innovadoras, como Casa en Monte el Pardo con dos áreas independientes que podrán ser convertidas en el futuro en una única unidad habitacional. El fuerte desnivel del terreno ayuda a los arquitectos a crear dos niveles, cada uno con acceso externo independiente. El primer piso, al que se accede por una pasarela suspendida, puede ser completamente autónomo. La planta baja incluye la sala de estar-comedor, la cocina y un pequeño estudio, que en caso necesario puede ser utilizado como dormitorio, y ofrecen una conexión total con el exterior.

Casa pasiva en Monte el Pardo. Estrategias bioclimáticas con impresionantes vistas

Estrategias bioclimáticas y patios funcionales

La estrategia bioclimática diseñada para esta casa pasiva se basa en garantizar una buena iluminación solar y ventilación natural en todos los espacios a través de dos patios que rompen y abren el volumen compacto de la vivienda. El patio sur, de doble altura y con un techo de cristal que se puede abrir según la temporada, es clave para asegurar una buena ventilación natural sin incurrir en pérdidas de energía.

Casa pasiva en Monte el Pardo. Estrategias bioclimáticas con impresionantes vistas

Confort térmico a través de soluciones innovadoras

En invierno, el techo de vidrio del patio sur permanece cerrado, creando un efecto invernadero que calienta el aire. En verano, se abre el cristal y la ventilación se realiza a través de un pozo canadiense, un tubo de 30 metros de largo que corre debajo de la casa e introduce aire a una temperatura de 20 ºC. La forma alargada de la casa también permite aprovechar la fachada norte para generar una ventilación cruzada en todos los ambientes del piso superior.

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Materiales sostenibles y calidad del aire interior

El proyecto también considera la calidad del aire interior, evitando productos de acabado como pinturas, pegamentos y barnices que contienen sustancias tóxicas. Dos sistemas de construcción se combinan para ahorrar costos y garantizar el confort: el sótano semienterrado se construye con un sistema de muros de bloques de cemento que funcionan tanto como cimientos como envolvente. El primer piso se eleva con una estructura semiprefabricada de madera ligera de pino con certificación PEFC. La fachada está hecha de listones de pino laminado y las divisiones internas están hechas con paneles de celulosa revestidos de arcilla, y los pisos son de terracota artesanal.

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