Una casa de frontera: arquitectura sostenible entre Italia y Suiza.
Una casa de frontera: arquitectura sostenible entre Italia y Suiza.

Una casa en la frontera: arquitectura sostenible entre Italia y Suiza.

En Porto Ceresio, en la provincia de Varese, Noemi y Marco han creado su hogar en un entorno único, con vistas al Lago de Lugano y cerca del Cantón de Ticino. Su vivienda ha sido diseñada con el objetivo de integrarse profundamente con la naturaleza circundante y de responder a las necesidades ambientales contemporáneas. No se trata solo de un edificio construido en la frontera entre dos naciones, sino de una obra que desafía los límites tradicionales de la arquitectura, proponiendo soluciones innovadoras para un futuro más verde.


Materiales Naturales y Diseño Sostenible

El proyecto fue realizado por LCA - Luca Compri Architetti y la casa se desarrolla en una planta rectangular, distribuida en dos niveles. En la planta baja, la entrada conduce a un espacio abierto que alberga la cocina, el comedor y la sala de estar, además de un baño y dos habitaciones. El primer piso, en cambio, está dedicado exclusivamente a la suite principal con baño privado, caracterizado por una ducha iluminada por luz cenital. La interacción entre los espacios se favorece mediante una espacialidad abierta y fluida, donde los ambientes semi-comunicantes y la doble altura de la sala de estar invitan a la relación.

Un elemento distintivo de la zona de estar es la gran escalera de madera plisada de color antracita, una verdadera escultura funcional que, también pensada como una biblioteca, conecta visual y físicamente los dos pisos de la vivienda. El uso de madera, metal y corcho no es casual: estos materiales naturales, elegidos por su sostenibilidad, reflejan la voluntad de reducir el impacto ambiental del proyecto.

Una casa de frontera: arquitectura sostenible entre Italia y Suiza.

Efficienza Energética e Integración Ambiental

Desde el punto de vista energético, la casa cuenta con un sistema de calefacción por suelo radiante y ventilación mecánica controlada, alimentados por paneles solares fotovoltaicos, que contribuyen a reducir el consumo. La estructura se apoya en una cimentación de hormigón armado, elevada sobre el terreno, mientras que el marco principal está hecho de madera. Las paredes divisorias internas son de fibrogypsum, con acabados en parquet de roble y cerámicas de varios formatos.

Externamente, el corcho recubre la planta baja, con un tratamiento en 3D que añade un toque de elegancia y movimiento a la fachada. En el piso superior, tanto las paredes verticales como el techo a dos aguas están revestidos con chapa galvanizada de color antracita, un material que se integra perfectamente con las tonalidades de las montañas y la vegetación circundante.

Una casa de frontera: arquitectura sostenible entre Italia y Suiza.

Una obra que desaparece en el paisaje

A pesar de su singularidad en comparación con las viviendas vecinas, la casa de Noemí y Marco logra fusionarse armoniosamente con el paisaje. Las elecciones cromáticas y de materiales permiten que el edificio se mimetice con el entorno natural, convirtiéndose casi en una extensión de los Prealpes que dominan el horizonte. Entre los proyectos de arquitectura, esto no solo representa un lugar de residencia, sino una declaración de intenciones: construir de manera sostenible es posible, y se puede lograr sin renunciar a la estética y la funcionalidad.

Una casa de frontera: arquitectura sostenible entre Italia y Suiza.

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