Un sueño a medida entre interior y exterior
Para dar respuesta a esta visión, Andrea Calabrese Architetto ha elegido un sistema constructivo modular, que combina la elegancia del acero con la calidez de la madera. La villa modular no es solo un espacio habitable, sino una ventana abierta al mundo exterior. Con una apertura panorámica que alcanza los 12 metros de ancho, la sala de estar se expande sin límites hacia el jardín, brindando a los habitantes una experiencia de inmersión total en la naturaleza. Este gesto arquitectónico transforma la casa en una especie de refugio moderno, donde la vida interior y exterior se fusionan en un continuo perfecto.