Acristalamiento en la Universidad de Rotterdam. Estructura de rejilla con dimensiones máximas.

El atrio, sobre el que se articula el proyecto, contiene áreas de estudio integradas, en las cuales los módulos de mobiliario han sido diseñados para acoger grupos de estudio. La alfombra roja corre a lo largo de los pasillos y, junto con los bosques de nogales oscuros, crean un ambiente discreto, delimitado por una estantería de 35 metros de largo y cuatro pisos de altura. Frente a este gran muro, se abren las aulas. La plaza desemboca en el atrio, caracterizado por tanto una gran ventana comouna gran terraza al aire libre. Más allá de la ventana, los pasajes que corren alrededor del borde de la parte superior del cuadrado permiten el acceso a las aulas

Las características del edificio original han sido cuidadosamente estudiadas. Aunque parezca contradictorio, este conocimiento se ha utilizado para crear un diseño con una nueva atmósfera. Junto con el modelo del complejo existente y utilizando los soportes existentes, el centro de estudio se presenta como un espacio abierto e ilimitado. Varias disciplinas académicas dentro de la Facultad de Medicina se han reunido bajo un mismo techo. La vista externa del centro es igualmente impresionante. Desde la estructura anónima surge un cubo articulado con una gran ventana que ofrece una vista y un vistazo hacia el interior

La idea central era la de superponer un nuevo techo en una parte del complejo existente. El techo en sí es una obra en sí misma, con sus vigas huecas de tamaño humano y los techos de vidrio. Una estructura de rejilla de diez por diez metros, el tamaño máximo prefabricado, le da al techo una apariencia limpia junto con el motivo de los triángulos iluminados por el día. El techo crea una sensación de espacio, proporciona luz natural y luz general y difunde el ruido. Las vigas de hormigón se han integrado para soportar la carga