Abandonado para transformarse en banales condominios modernos, este pedazo del centro histórico de Favara experimentó una tragedia en enero de 2010: el colapso de un edificio en ruinas que causó una tragedia. Los siete patios, también olvidados y privados de mantenimiento y limpieza, se habían convertido en un lugar de pequeño "tráfico" y parecían destinados a ser arrasados por algunas excavadoras por razones de seguridad. Resistiendo en sus hogares estaban tía Mary, tía Rosa y tía Antonia, tres ancianas nacidas y criadas allí, y Vito, un niño grande, todo corazón y músculo
Reformulación de la sociedad a través de la belleza. Parque cultural en el corazón de Sicilia
Farm Cultural Park es un centro cultural independiente nacido hace unos nueve años de la idea de dos privados, Andrea Bartoli y su esposa Florinda Saieva, que eligen no abandonar sus tierras y no delegar a otros la posibilidad de hacer algo hermoso
En marzo de 2010, Andrea y Florinda entran directamente en acción, invirtiendo todas sus energías de naturaleza moral, intelectual y económica en un proyecto que reconstruiría una parte de su ciudad haciéndola mejor, más habitable, más bella: un ejemplo de cómo es posible regenerar un lugar y transformarlo en un símbolo del renacer
Entonces decidieron comenzar la restauración de los dos primeros edificios de los siete patios, para evitar una demolición casi cercana. En junio de 2010 se inauguró el espacio, con una gran fiesta, miles de personas de toda Italia y diferentes partes del mundo, para compartir el comienzo de un sueño; transformar este lugar en un centro cultural de nueva generación donde la cultura se convierte en una herramienta noble para la regeneración de un territorio. Después de seis años de arduo trabajo, las casas renovadas son muchas y los siete patios se han convertido en una pequeña atracción turística y muchos se han unido a este proyecto dando a luz una cooperativa comunitaria llamada Farmidable
A lo largo de su vida, Farm se convirtió en un destino para artistas, una parada para turistas y un lugar de encuentro e intercambio entre las diversas naciones del mundo que, al llegar a Favara, se sorprendieron con un rincón paradisiaco hecho de colores y personas. Entre las diferentes muestras, residencias para artistas y momentos de estudio con distintas universidades del mundo, Farm Cultural Park ha llegado a un número infinito de personas logrando uno de sus objetivos más importantes: SOU (Scuola D'architettura per Bambini), la Escuela de Arquitectura para Niños
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