Casa Flint: vivir en una obra de arte
Casa Flint: vivir en una obra de arte

Casa Flint: vivir en una obra de arte

En el corazón de Buckinghamshire, en los terrenos históricos de Waddesdon Manor, se encuentra la Flint House, un proyecto diseñado para integrarse perfectamente en el entorno natural e histórico del lugar.

Una conexión profunda con el paisaje

La Flint House es un ejemplo extraordinario de proyectos de arquitectura contemporánea. Encargada para albergar a los beneficiarios de la Beca Getty Rothschild, este edificio único fue diseñado por Skene Catling de la Peña y se encuentra en una vena de yeso que se extiende desde los Acantilados Blancos de Dover hasta Norfolk, en la costa este de Gran Bretaña. Esta ubicación geológica única inspiró a los arquitectos a tratar el edificio como una extensión natural del paisaje, una verdadera extrusión geológica. La sílex, material antiguo y criptocristalino, abunda en la superficie de los campos arados que rodean el sitio, haciéndolo la elección ideal para el proyecto.

Casa Flint: vivir en una obra de arte

Arquitectura generada por la naturaleza

La Casa Flint está concebida materialmente como un paisaje de sílex esculpido para convertirse en habitable. El diseño del edificio utiliza el sílex de manera innovadora, transformándolo en terrazas donde el cuerpo principal está cortado o esculpido, como en el techo y los balcones. La terraza, con su calidad lisa y vidriosa, refleja la cerosidad natural del sílex y su color está cuidadosamente graduado para seguir la progresión natural del material.

Casa Flint: vivir en una obra de arte

Estética y funcionalidad en perfecta armonía

Los arquitectos eligieron la silex por su crudeza, deseando que el edificio evocara las obras de artistas como Keifer, con sus pinturas de ceniza y plomo, o los trazos de Auerbach. La textura áspera del edificio responde visualmente a los terrones de tierra arada de los campos circundantes. El silex varía desde una base rústica y aceitosa de color negro, hasta disolverse en un yeso liso y opaco, creando una fascinante transición de materiales.

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Diseño funcional y acogedor

La Casa Flint no es solo una obra maestra estética, sino también un edificio funcional. Incluye tres habitaciones, un comedor, una cocina, una biblioteca y un estudio, además de un estudio anexo independiente de 465 y 115 metros cuadrados respectivamente. Cada detalle ha sido pensado para garantizar comodidad y practicidad, sin comprometer nunca la integración armoniosa con el entorno natural circundante.