Gran Melià Cordusio: la historia milanesa se convierte en un ícono de hospitalidad.
Gran Melià Cordusio: la historia milanesa se convierte en un ícono de hospitalidad.

Gran Melià Cordusio: la historia milanesa se convierte en un ícono de hospitalidad.

El Gran Meliá Palazzo Cordusio es un proyecto que demuestra cómo la conservación del patrimonio histórico puede convivir con las necesidades del presente. Gracias al trabajo del Estudio Marco Piva, este palacio simbólico de Milán ha encontrado una nueva vida, respetando sus raíces y al mismo tiempo mirando hacia el futuro. Un lugar donde la historia y la innovación se encuentran para ofrecer a la ciudad y a sus visitantes una experiencia única y memorable. La intervención de requalificación y reconversión de Palazzo Venezia es un homenaje a la gran tradición arquitectónica milanesa.

Un proyecto que dialoga entre pasado y futuro

En el corazón de Milán, el Gran Meliá Palazzo Cordusio representa un ejemplo de equilibrio entre conservación histórica e innovación contemporánea. Este imponente edificio, originalmente diseñado por el arquitecto Luca Beltrami a finales del siglo XIX, ha experimentado una transformación radical a manos del Studio Marco Piva, que ha sabido respetar y valorizar su historia, proyectándolo hacia un nuevo uso como hotel de lujo.

Gran Melià Cordusio: la historia milanesa se convierte en un ícono de hospitalidad.

Restauración conservativa: respeto e innovación

La fachada: una obra maestra restaurada

La restauración de la fachada se realizó con la máxima atención a los detalles históricos, como requieren proyectos de arquitectura similares, preservando los elementos originales a través de una intervención conservativa de alta precisión. Todos los cerramientos fueron reemplazados por carpintería de madera de alto rendimiento, fielmente reproducidos según el diseño original de 1900. Esto permitió mantener la estética histórica del edificio, mejorando al mismo tiempo su eficiencia energética.

La entrada y el patio interior

La entrada principal del Gran Melià Palazzo Cordusio se mantuvo a través de la conservación de la puerta histórica, enriquecida con una segunda puerta de vidrio que actúa como filtro entre el exterior y el nuevo vestíbulo. Este espacio recibe a los huéspedes en un ambiente que conserva el encanto del pasado, pero introduce elementos de modernidad. El patio interior, antes zona de estacionamiento para caballos, se transformó en un elegante espacio multifuncional, cubierto por una estructura acristalada de acero y vidrio que se desarrolla en armonía con la geometría del edificio.

Terrazas panorámicas: una vista a la historia

Las terrazas del quinto piso, con vistas a la majestuosa Piazza Mercanti y el Duomo, representan uno de los puntos más sugestivos del proyecto. El suelo fue seleccionado con la aprobación de la Superintendencia, utilizando acabados que evocan las tradicionales terrazas milanesas de madera. Los barandales fueron restaurados, reforzados e integrados con elementos acristalados para garantizar la seguridad sin comprometer la vista panorámica. Otra terraza, en el cuarto piso, fue creada sobre lo que antes era un desván, ofreciendo una nueva área de convivencia para albergar los espacios de alimentos y bebidas del hotel.

Gran Melià Cordusio: la historia milanesa se convierte en un ícono de hospitalidad.

Arquitectura de interiores: entre elegancia y funcionalidad

La arquitectura interna ha sido completamente repensada para dar cabida a las nuevas necesidades del hotel, con una distribución de espacios que respeta la estructura histórica. El estudio de diseño supervisó la creación de las 84 habitaciones, diseñadas para integrarse armoniosamente con los elementos estructurales existentes. La conexión entre el Palazzo Venezia y el cercano Palazzo Cassi-Ramelli fue uno de los aspectos técnicos más complejos, dado que los dos edificios no fueron originalmente concebidos para trabajar en sinergia. Fue necesario adaptar las instalaciones y los recorridos internos para garantizar la continuidad funcional entre las dos estructuras.

En los pisos superiores, el restaurante y el bar ofrecen una experiencia única, con espacios que siguen las inclinaciones naturales del techo, respetando la pendiente existente. Las áreas comunes, como las salas de reuniones y el gimnasio en el tercer piso, han sido diseñadas para ofrecer a los huéspedes un ambiente refinado pero funcional, con amplias ventanas que ofrecen una vista privilegiada de la Plaza Mercanti.

Gran Melià Cordusio: la historia milanesa se convierte en un ícono de hospitalidad.

Iluminación escénica: realzar la monumentalidad

Uno de los aspectos más significativos es el proyecto de iluminación. Más de 400 fuentes de luz LED, incluyendo unas cien en la Plaza Cordusio, han sido instaladas para resaltar las características arquitectónicas e históricas del edificio. La iluminación dinámica ha sido diseñada para crear escenografías nocturnas que celebran eventos y conmemoraciones, como el Día de la República o el Día de la Memoria. El sistema es programable y regulable, lo que permite personalizar los efectos luminosos según las necesidades del hotel o de los eventos.

Gran Melià Cordusio: la historia milanesa se convierte en un ícono de hospitalidad.

La cúpula: la joya de Palazzo Cordusio

Uno de los espacios más icónicos del Palazzo es la cúpula, donde se ha ubicado la recepción del hotel. Este ambiente, situado en el último piso, ha sido objeto de una minuciosa restauración conservadora que ha sacado a la luz los enlucidos originales y las estructuras metálicas de soporte. La escalera helicoidal de hierro forjado, que conduce a la linterna, ofrece una impresionante vista de la ciudad a 360 grados, una experiencia única que fusiona historia y modernidad.

Gran Melià Cordusio: la historia milanesa se convierte en un ícono de hospitalidad.

Galeria