Restauración conservativa: respeto e innovación
La fachada: una obra maestra restaurada
La restauración de la fachada se realizó con la máxima atención a los detalles históricos, como requieren proyectos de arquitectura similares, preservando los elementos originales a través de una intervención conservativa de alta precisión. Todos los cerramientos fueron reemplazados por carpintería de madera de alto rendimiento, fielmente reproducidos según el diseño original de 1900. Esto permitió mantener la estética histórica del edificio, mejorando al mismo tiempo su eficiencia energética.
La entrada y el patio interior
La entrada principal del Gran Melià Palazzo Cordusio se mantuvo a través de la conservación de la puerta histórica, enriquecida con una segunda puerta de vidrio que actúa como filtro entre el exterior y el nuevo vestíbulo. Este espacio recibe a los huéspedes en un ambiente que conserva el encanto del pasado, pero introduce elementos de modernidad. El patio interior, antes zona de estacionamiento para caballos, se transformó en un elegante espacio multifuncional, cubierto por una estructura acristalada de acero y vidrio que se desarrolla en armonía con la geometría del edificio.
Terrazas panorámicas: una vista a la historia
Las terrazas del quinto piso, con vistas a la majestuosa Piazza Mercanti y el Duomo, representan uno de los puntos más sugestivos del proyecto. El suelo fue seleccionado con la aprobación de la Superintendencia, utilizando acabados que evocan las tradicionales terrazas milanesas de madera. Los barandales fueron restaurados, reforzados e integrados con elementos acristalados para garantizar la seguridad sin comprometer la vista panorámica. Otra terraza, en el cuarto piso, fue creada sobre lo que antes era un desván, ofreciendo una nueva área de convivencia para albergar los espacios de alimentos y bebidas del hotel.