Dos volúmenes paralelos sobre los que se apoya un volumen transversal, una huella en forma de T que perfila el paisaje: esta es la disposición formal de la Casa P2, construida sobre una estructura preexistente y que levanta sus fachadas metálicas de bronce para reflejar el entramado del paisaje vitícola circundante
Casa P2, la arquitectura habla del pórfido de Monticolo y de los viñedos de la Mendola
La Casa P2 se encuentra a los pies de la Mendola, entre verdes hileras lineales y cálidos atardeceres primaverales. Una residencia en la que conviven tres generaciones bajo un mismo techo
El estudio de arquitectura y diseño monovolume architecture + design diseñó la Casa P2 como un juego de espejos, duplicando los elementos para las dos unidades residenciales solicitadas por el cliente: dos entradas independientes y ocultas, dos espacios exteriores ocultos, dos jardines con sus correspondientes espacios para animales, gatos en un lado y tortugas en el otro, todo ello unido por el patrón de la fachada deslizante que alterna entre un módulo y otro. En el centro del volumen arquitectónico, un elemento natural, el ciprés, atraviesa la planta baja y se eleva hasta la logia, mirando hacia el cielo
El sótano está dedicado al tiempo del trabajo, con la bodega y sus herramientas agrícolas. Las plantas superiores, en cambio, están vinculadas al momento del vivir: en la planta baja la zona de estar con cocina y salón, mientras que en la planta superior las zonas de dormir aparecen suspendidas de la planta baja. El reto del monovolume architecture + design era reproducir el paisaje circundante en la fachada. En la primera planta, la fachada metálica de bronce juega con la alternancia de llenos y vacíos, luces y sombras, materia y luz, todo ello filtrado a través de un tejido que recuerda los viñedos que rodean la zona
La terraza deslizante de la planta superior deja la posibilidad de mantener su autonomía y, cuando está abierta, de vislumbrar las montañas en el horizonte. El moodboard de Casa P2 juega con los colores de la tierra, utilizando el "pórfido de Monticolo" en la fachada y en el pequeño muro de la valla, y el blanco del yeso en la parte superior que se eleva hacia el azul del cielo
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