Reurbanización en el castillo abruzzese. El mirador de calidad está siendo reconsiderado.

La intervención en la zona mirador frente al Castillo Ducal. El Castillo de Crecchio, un edificio histórico de gran valor, había perdido su esplendor debido a repetidas intervenciones urbanísticas, por lo que necesitaba una revalorización que lo hiciera más atractivo desde el punto de vista turístico. Para lograr este resultado, fue necesario devolverle unidad al entorno urbano mediante piedras areniscas muy similares a la roca con la que fue construido, mientras que la zona de la carretera que lo rodea fue nivelada a una sola altura y peatonalizada.

Además, se han recuperado los antiguos pavimentos del siglo XVIII y XIX, y la zona de entrada al pueblo ha vuelto a desempeñar su función social de agregación. En todo el pueblo se han creado senderos que enmarcan el propio castillo, ahora visible desde todos sus lados. De particular interés son los elementos del mobiliario urbano especialmente diseñados: realizados en acero corten, las farolas debajo del castillo evocan antorchas de un campamento, mientras que las de las plazas altas tienen formas geométricas minimalistas. Los reductores de tráfico, cubos vacíos de acero corten utilizables como asientos, reproducen el ritmo de la almena de las murallas del castillo.

En comparación con el estado inicial, toda la plaza ha sido alargada hacia la entrada del pueblo, con la creación de una nueva área de estacionamiento. Para la construcción de esta nueva área de estacionamiento, se ha excavado parte de la ladera que bordeaba la carretera de acceso al pueblo. La nueva área de estacionamiento ha permitido eliminar los estacionamientos debajo de las murallas que deslucían la vista principal del pueblo y ha devuelto importancia monumental al castillo ducal con sus imponentes murallas. Las antiguas conexiones entre el área del patio escolar y la plaza mirador del Castillo han sido rediseñadas creando nuevos senderos para realzar y enmarcar visualmente los puntos de atracción cultural y paisajística que caracterizan el conjunto histórico de Crecchio.

Se ha prestado especial atención al diseño de los elementos de mobiliario y de los cuerpos de iluminación. Los separadores que delimitan la parte transitable del resto de la plaza mirador están hechos de acero corten y diseñados como elementos modulares desmontables que pueden ser ensamblados entre sí y utilizados como asientos. La disposición en el suelo reproduce el ritmo de las almenas de las murallas del castillo. Cada cubo está compuesto por una lámina doblada en tres partes iguales formando una C. A esta se le ha soldado una segunda lámina que sirve como base del cubo con un agujero cuadrado central. En el interior del cubo se han insertado elementos de refuerzo triangulares, que también actúan como difusor asimétrico.

El agujero cuadrado en la parte inferior sirve para poder colocar el cubo en un foco común de suelo transitables, y la luz que se proyecta en el cubo, rebotando de forma asimétrica en las caras internas del cubo y de los dos triángulos, crea juegos de luz interesantes en los pavimentos circundantes. La iluminación del área se logró utilizando luces LED colocadas en la parte superior de una estructura de acero corten, formada por 3 postes con base triangular que se estrechan y se entrelazan entre sí. El efecto es similar al de las antorchas medievales. Los tres postes están dispuestos de manera que crean una forma que recuerda a la de antiguos trípodes.

El material utilizado para los cubos y el sistema de iluminación es acero corten, un material que tiene la ventaja de reducir drásticamente los costos de mantenimiento y, con su aspecto de óxido natural, evoca fuertemente el pasado. Toda la Plaza Belvedere debajo del Castillo Ducal está caracterizada por este material, típico del centro de Italia. Por lo tanto, se eligió travertino color nogal principalmente porque, con su aspecto elegante y evocativo al mismo tiempo, logra integrarse con la cromática del centro histórico.

Ha sido utilizado en elementos de diferentes dimensiones dispuestos a correr y tejidos en sentido horizontal respecto a las murallas del castillo, generando una especie de diálogo y una relación visual adecuada con las murallas y el edificio. El empedrado es el típico pavimento de los centros históricos de pequeños pueblos italianos. Toda la señalización en el suelo y los bordes de las aceras, los límites de los caminos de rodadura, están realizados con bandas de empedrado insertadas directamente en el enlucido, de manera que se obtienen espacios totalmente planos sin la presencia de cambios de nivel logrando insertar la señalización como si fuera un artificio, un diseño deseado en el pavimento, manteniendo siempre bajo control las cromías y las combinaciones de materiales.

Estos bloques de piedra se utilizaron para marcar el camino peatonal junto a la Plaza Belvedere Castello, el único elemento que difiere en material en toda la superficie de la plaza, pero aún así en armonía con ella. De ahí la referencia al pavimento original de principios del siglo XX del centro histórico de Crecchio. Todos los muros de contención, barandillas y muretes del mobiliario urbano presentes en varios puntos de la intervención están revestidos con piedra arenisca local. La arenisca también se utilizó para pavimentar algunos caminos: la calle que bordea las murallas del castillo y la rampa peatonal que conecta el área del patio escolar con la plaza belvedere.

El efecto que se quiso dar a estas nuevas áreas es el de integración cromática con el lugar, por lo tanto con el calor de la arenisca y el ladrillo, con el travertino color nuez y con el corten. Esta tonalidad particular de los solados con acabado peinado nos permite respetar los objetivos del proyecto.