Con gran sensibilidad, los arquitectos de Miralles Tagliabue EMBT diseñaron este pequeño centro médico concebido como un pabellón ajardinado rodeado de flores de colores, donde los límites entre el interior y el exterior se difuminan y varían. La parcela del Centro Kálida está situada entre el nuevo hospital y los edificios originales de estilo Liberty
Espacios innovadores de especial belleza, donde las flores y la armonía del lugar ayudan a sanar el alma
El Centro Kálida es un centro médico, un espacio de apoyo emocional, social y práctico para los enfermos de cáncer y las personas de su entorno, un hogar abierto a todos, donde pueden conocer gente, encontrar refugio y donde profesionales cualificados ofrecen su ayuda
El edificio ofrece intimidad, luz, cobijo y protección en torno al jardín. El centro se organiza en dos plantas de aproximadamente 200 metros cuadrados: la planta baja se sitúa en un nivel inferior al del complejo circundante y se concibe como una secuencia de espacios flexibles, abiertos al exterior, protegidos por muros, pérgolas y vegetación capaces de albergar diversas actividades
Las fachadas orientadas al sur son más transparentes, pero están protegidas por contraventanas de madera para garantizar la intimidad, mientras que las fachadas opacas son muros de ladrillo con inserciones de cerámica vidriada, combinadas en una composición variable de colores y texturas
La pared se transforma en una celosía de cerámica para filtrar la luz del sol mediterráneo, enfocar la vista de la habitación, favorecer la circulación del aire y proteger la intimidad de los espacios interiores. Todo el proyecto se inspira en la riqueza de materiales, texturas, colores, geometrías, patrones y vegetación del complejo hospitalario original
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