El tejido urbano del centro de Teherán, que en los últimos años ha experimentado cierta revitalización, presenta una rica concentración de primeras manifestaciones de arquitectura moderna de la ciudad. El proyecto para la Galería Nabshi consiste en la conversión de uno de estos primeros ejemplos de edificios modernos en un centro de arte, diseño y arquitectura.
El inmueble objeto de rehabilitación fue diseñado por el arquitecto Paknia. La estructura del edificio se basa en muros portantes y la construcción en su conjunto está muy influenciada en su forma por esta técnica constructiva. Como tal, en la conversión funcional del proyecto para la Galería Nabshi, la rigidez de la rejilla estructural ha introducido algunos desafíos en el proyecto de arquitectura que deben abordarse a través del diseño.
Si bien la fijeza estructural puede ser apreciada en una casa, que puede albergar espacios fijos, en una galería de arte la fluidez y la continuidad de los espacios es un requisito fundamental. La pregunta que se plantearon los diseñadores de ZAV Architects, encargados de la transformación de la Galería Nabshi, fue cómo reestructurar el espacio interior como un espacio abierto para adaptarse a las condiciones espaciales fluidas que la función requiere, donde las consideraciones estructurales operan como obstáculos físicos. En este contexto, la eliminación de paredes estructurales se administra en espacios limitados y cuidadosamente seleccionados dentro del edificio.
Además de la interacción entre la estructura y la nueva función, hay una capa adicional de simbolismo que se debe negociar para el proyecto. El proyecto se remonta a la primera era moderna y, sin embargo, ha sobrevivido a los años de la guerra postrevolucionaria. Como tal, el edificio lleva cicatrices de la época de la guerra. Al igual que muchos otros edificios del centro de la ciudad, durante los años de la guerra, este también fue modificado para albergar un refugio antiaéreo subterráneo, manifestación de un paisaje invadido por el miedo, dominante en los paradigmas urbanos conscientes y subconscientes de la era de la guerra.
El refugio, manifestación misma del aislamiento espacial y de la protección, desempeña el papel central en esta conversión programática, redefinida como punto de partida de la continuidad espacial y la fluidez que la nueva función requiere. El color azul es el agente de conexión de diferentes bolsillos espaciales, comenzando por el refugio antiaéreo, ahora reapropiado como centro para proyectos específicos.
