OATBOX, empresa que produce comidas nutritivas, quería un entorno cómodo y acogedor para sus oficinas, que permitiera a sus empleados trabajar en un espacio luminoso, saludable y familiar. El ajustado presupuesto fue un reto considerable para ISSADESIGN teniendo en cuenta el estado ruinoso del local
Sede OATBOX. Luz, materialidad y mobiliario para un espacio corporativo en el que te sientes como en casa
Un antiguo garaje deteriorado de Montreal, que en su día fue un restaurante emblemático de la ciudad, se transforma en la sede de la OATBOX gracias al proyecto de ISSADESIGN, demostrando que todo espacio tiene un potencial que un enfoque sensible puede hacer realidad en beneficio de toda la comunidad
Para OATBOX, todo empieza con una buena comida: por ello, la cocina se convierte en el corazón del proyecto y también es visible desde el exterior del edificio. Junto a la cocina hay un comedor con una gran mesa de madera, y al lado se abre una zona de estar. Detrás de estos espacios de carácter doméstico se encuentran las oficinas de los empleados. El equilibrio entre el entorno corporativo y el residencial es el resultado de una ingeniosa combinación de luminosidad, materialidad y mobiliario
La fachada de la calle se abre al exterior y deja pasar la luz natural desde la gran puerta acristalada del garaje, conservada como elemento arquitectónico para recordar su antigua función. Entre otras cosas, permite que el espacio esté completamente abierto en la temporada de verano para disfrutar de la ventilación natural. Esta característica estructural es también un gesto de apertura hacia el barrio, ofreciendo la oportunidad de proponer actividades creativas inclusivas que refuerzan el espíritu familiar del lugar y la apertura hacia la comunidad
La personalidad arquitectónica se define por la sencillez y el refinamiento de los materiales, equilibrados por la neutralidad del blanco, que acentúa la luminosidad natural. La madera, el mármol, el cemento y los ladrillos de terracota se entrelazan con los materiales de la estructura existente que se han dejado a la vista para resaltar el carácter arquitectónico original del lugar. Los acentos de color y la vegetación se integran en varios puntos del restaurante, haciéndolo más cálido. La decoración es acogedora y recuerda al hogar con sus sofás, alfombras y grandes cojines
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