El proyecto BODE Country House representa un equilibrio perfecto entre tradición y modernidad. Este refugio de lujo, surgido de la renovación de antiguas ruinas rurales diseñado por PLATAFORMArq, se integra armoniosamente en el paisaje de colinas, respetando la morfología del territorio y conservando el encanto de las estructuras originales. BODE encarna el espíritu del pasado, pero lo enriquece con elementos contemporáneos, ofreciendo una experiencia exclusiva donde la historia se encuentra con la comodidad moderna. En este lugar mágico, cada piedra y cada detalle cuentan una historia, creando un espacio ideal para aquellos que desean experimentar el encanto de la tradición portuguesa en un entorno elegante y sofisticado.
En los pies del pueblo histórico de Monsanto, anidado entre las colinas, se encuentra un discreto refugio de lujo que infunde nueva vida a un lugar alguna vez descrito poéticamente como una "isla en el cielo". BODE, manteniéndose fiel al nombre original de la propiedad, encarna perfectamente el carácter y el espíritu de esta región de Portugal.
Este es un lugar donde el tiempo parece haberse ralentizado, donde los muros de piedra erosionados por el viento y los cielos azules intensos crean una sinfonía natural. BODE Country House representa la confluencia entre el pasado y el presente, donde la autenticidad rural se encuentra con la comodidad moderna.
La historia de este refugio se remonta a un conjunto de ruinas rurales, antiguas estructuras que alguna vez albergaron vida y actividades agrícolas. Hoy en día, estos muros de piedra desgastados por el tiempo y algunas estructuras de madera en decadencia son los restos del pasado, testigos del paso del tiempo. Sin embargo, con amor y dedicación, estas ruinas han sido restauradas y ampliadas, transformándose en una Casa de Campo que emana encanto y hospitalidad gracias al estudio de diseño PLATAFORMArq especializado en proyectos de arquitectura para turismo y servicios.
El terreno irregular abraza las antiguas estructuras, delimitado por muros de piedra que cuentan historias de generaciones pasadas. Cada piedra, cada árbol, cada detalle del paisaje se ha convertido en parte integral de este lugar fascinante. La intervención urbana ha respetado la morfología del terreno y la esencia de las construcciones originales, creando una perfecta armonía entre pasado y presente.
La Casa de Campo BODE emerge como una formación rocosa, con las ruinas como punto de partida. La solución arquitectónica conecta los dos antiguos edificios a través de un pasaje de vidrio, creando una sinergia entre ellos. La fusión entre las estructuras del pasado y elementos contemporáneos ofrece una experiencia única, donde los huéspedes pueden apreciar la historia y la modernidad en perfecta simbiosis.
Los 53.560 metros cuadrados de terreno ofrecen un escenario extraordinario para esta Casa de Campo.
En la planta baja, las áreas sociales como cocinas, salas de comedor y salas de estar están interconectadas, creando un ambiente cálido y acogedor para socializar. Cuatro habitaciones bien amuebladas se encuentran en la planta baja, cada una con baños privados accesibles directamente desde el exterior.
En el piso superior, divididas entre los dos volúmenes, otras seis habitaciones ofrecen vistas impresionantes hasta donde alcanza la vista.
En el exterior, los huéspedes pueden descubrir una piscina encajada entre las rocas y patios sombreados por pérgolas, creando espacios ideales para relajarse y contemplar. Aquí, a la sombra de los árboles, bajo un cielo despejado, los visitantes pueden experimentar la paz y la serenidad que impregnan este lugar.
BODE Country House es más que un simple refugio rural; es un testimonio de la belleza de la tradición rural portuguesa en armonía con la comodidad y la elegancia contemporáneas. Es un lugar donde las historias del pasado se encuentran con las promesas del futuro, y donde los huéspedes pueden relajarse y vivir la magia de un espacio encantador. Es un tributo a la sencillez y la sofisticación, una celebración de la autenticidad y la hospitalidad. Sin duda, un refugio que no se puede perder en el corazón de Portugal.
