La finca rehabilitada por ARQUITECTURA-G, que se extiende por unos 900 metros cuadrados, está construida sobre la roca, con la planta baja que se adapta al terreno en el que se encuentra. Con el tiempo, se han realizado diversas ampliaciones y variaciones de volumen. La casa, de tres pisos, tiene numerosas habitaciones, algunas encadenadas, otras aisladas
Casa de campo entre campos y árboles frutales. Volúmenes en piedra y color blanco
A las afueras del pueblo de Empordà, en la provincia de Girona, el estudio ARQUITECTURA-G rehabilita una antigua masía, rediseñando volúmenes y espacios del pasado agrícola en espacios de simple uso doméstico, caracterizados por la piedra y el color blanco
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La intervención principal aprovecha un patio existente en la planta baja y añade uno nuevo. Se eliminan muchas particiones de la casa, por lo que cada habitación tiene una relación con el exterior, con ventanas y patios. La circulación de la casa, antes laberíntica, se modifica significativamente, facilitando el uso de la vivienda
En la estructura del muro, el apuntalamiento de la vivienda se realiza perfilando el acero que se esconde en la piedra, el ritmo de los pilares se muestra indicando un ritmo que se repite. Estructura metálica, ventanas, puertas, todo está pintado de color burdeos para identificar claramente la nueva estructura preexistente
El color blanco y los volúmenes de piedra fungende fondo neutro y los materiales juegan un papel importante en la construcción de los espacios. El azulejo marrón acompaña al habitante en todos los rincones. Se recuperan los suelos. El resultado es una casa con comedor, habitaciones donde la familia y los invitados pueden sentirse a gusto
Galeria
Foto: José Hevia