Villa Laura, renovación integral después de una catástrofe natural.
Villa Laura, renovación integral después de una catástrofe natural.

Villa Laura, renovación integral después de una catástrofe natural.

Rehabilitación de un edificio afectado por una catástrofe natural, Villa Laura es un ejemplo de resiliencia arquitectónica y sostenibilidad ambiental gracias al hábil proyecto del estudio Valentino Andriolo.

La catástrofe natural y la Resiliencia Arquitectónica

En 2013, una imponente roca se desprendió de las laderas del Guncina en Bolzano, arrasando marginalmente el edificio previo, una casa tradicional con techo a dos aguas. Afortunadamente, durante este evento catastrófico, no hubo daños colaterales, y posteriormente, la zona fue asegurada.
De esta dramática experiencia surgió la inspiración para Villa Laura, que, al igual que la roca que se alzaba incrustada en el valle, busca conmemorar ese nefasto evento con un significado positivo, simbolizando la resiliencia y la posibilidad de seguir adelante.
El estudio de proyectos arquitectónicos Valentino Andriolo, con su visión, ha reescrito hábilmente la narrativa que rodeaba esa zona, otorgando al edificio la majestuosa forma de un imponente monolito con fachadas esculpidas de manera irregular y salientes. La fluidez entre la línea del techo y la superficie frontal se ha mantenido magistralmente mediante la eliminación de salientes, creando una sinergia armoniosa entre los elementos horizontales y verticales, entre el cielo y la tierra.

Materiales y productos clave en la requalificación arquitectónica

Este resultado extraordinario se logró gracias al uso de revestimientos de aluminio del mismo tono cromático, con paneles FX.12 que cubren la parte superior y adornan la fachada. En este contexto, el producto mismo se convierte en la piedra angular del proyecto, volviéndose un elemento crucial en la narrativa de la transformación arquitectónica.
La elección del revestimiento era crucial para dar dinamismo a la fachada, sin comprometer el rendimiento del edificio. El proyecto requería en primer lugar un producto resistente a la intemperie, ya que se planeaba cortar todos los aleros del techo privando al edificio de sus protecciones naturales contra el agua. Era absolutamente necesario restaurar estas garantías con un producto muy resistente e inalterable.

La fachada ventilada

El siguiente requisito a cumplir era la posibilidad de realizar una fachada ventilada, tanto para crear un mayor confort a nivel energético como para poder ocultar en su interior las canaletas y no interrumpir esa continuidad entre la fachada y la cubierta que debía hacer que el edificio fuera monolítico. El tipo de revestimiento elegido en láminas de aluminio de fácil instalación, permitía integrar en su interior el sistema de canaletas con doble recogida, es decir, la integración de un sistema de desagüe auxiliar debajo para la recolección de aguas pluviales en caso de que el sistema principal no fuera suficiente.

La protagonista indiscutible del proyecto es la Doga.X PREFA, elegida por la calidad del material y sus características estéticas y de rendimiento. El color marrón sahara se integra armoniosamente con el entorno circundante, mientras que la disposición irregular de las láminas a doble altura, junto con su diseño de trama irregular en forma de X, crea un juego dinámico de claro y oscuro, otorgando al edificio la apariencia de una roca imponente, lograda también gracias a una fijación fuerte oculta con el probado sistema de macho/hembra y clip antiviento.

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