El proyecto de reestructuración ha conservado las características arquitectónicas originales, como el uso del Klinker de las celosías y la geometría rigurosa, presentándolas de manera contemporánea para realzar la integración con el paisaje y mejorar la funcionalidad de los espacios interiores y exteriores.
La casa unifamiliar Casa SCR construida entre 1964 y 1965, está ubicada en Mantua, dentro del evocador entorno natural del Parque del Mincio, con una vista privilegiada del Lago Superior. La arquitectura original se caracterizaba por tres volúmenes distintos geométricos: una base rectangular, un volumen principal de mayores dimensiones y un techo saliente, que se configuraba como una placa suspendida con amplias aberturas en los accesos.
Uno de los elementos distintivos del edificio era el uso del Klinker como parasol en el volumen principal, enmarcado por un riguroso rectángulo enlucido de blanco. Esta combinación entre forma geométrica y material particular definía la identidad de la arquitectura.
El objetivo de la intervención, por parte del arquitecto Nicola Salami, fue concebir una reestructuración de la casa antes y después preservando y valorizando elementos característicos, reintegrándolos en áreas donde el proyecto original mostraba una calidad arquitectónica menos evidente. Originalmente, la celosía en Klinker se extendía en los lados este y oeste hasta las entradas, interrumpiéndose bruscamente, dando la impresión de un proyecto incompleto. La nueva intervención ha llenado estos vacíos, reintegrando de manera especular en el lado norte la misma estructura en forma de telescopio del frente sur. Esto ha resaltado la placa suspendida del techo y enmarcado las ligeras celosías en Klinker, completando así el proyecto original.
En la fachada sur, las persianas se han mantenido, actuando como cortinas que protegen los espacios interiores de los rayos solares y garantizan privacidad a la zona de descanso, permitiendo al mismo tiempo el paso de la luz.
La piscina, originalmente orgánica, ha sido rediseñada con una forma rectangular que sigue las dimensiones del frente de la villa. Se ha construido al ras del suelo y revestida con un material gris lago, para una integración armoniosa con el entorno. El embarcadero existente ha sido recuperado y, gracias a una plataforma de fresno termotratado, el techo plano se ha transformado en una zona de solarium junto al agua.
Incluso los espacios exteriores y el área verde han sido cuidadosamente diseñados para decorar, mitigar y proteger la privacidad de la vivienda. Internamente, en la planta principal se encuentra el apartamento principal, mientras que en el sótano se encuentran áreas recreativas, deportivas y de servicio.
La redistribución de espacios en la planta superior ha creado una clara separación entre la zona de día y la zona de noche. La zona de día, con un gran ventanal con vistas al lago, es amplia y aireada, con la cocina integrada a través de puertas de vidrio de altura completa y una chimenea giratoria como punto focal. La zona de noche alberga tres dormitorios con baño privado, garantizando espacios independientes y reservados.
En la planta baja, un gran ventanal ofrece una continuidad visual entre el interior, la piscina y el lago. Los acabados seleccionados buscan un equilibrio entre materiales y colores que respete la arquitectura original, pero al mismo tiempo declare la contemporaneidad de la intervención. La incorporación de nuevos materiales ha sido cuidadosamente realizada, manteniendo coherencia con la estructura preexistente.
