La restauración de la residencia en Grecia ha devuelto legibilidad a las características originales del edificio, revelando rastros históricos como un portal veneciano y los muros de piedra, mientras que las nuevas incorporaciones modernas, como el volumen de la escalera y las soluciones técnicas, se integran armoniosamente con la arquitectura preexistente, garantizando comodidad contemporánea.
Para la Diseñadora Chiara Armando, especializada en proyectos de remodelación de casas, enfocarse en lo esencial es un principio fundamental en el diseño, que busca dar valor a lo que se crea, eliminando lo superfluo. Hoy en día, este concepto también puede ser interpretado desde la perspectiva de la responsabilidad ética y social hacia nuestro planeta, promoviendo un enfoque sostenible.
"La casa más sostenible es aquella que ya existe": este mantra subraya la importancia de preservar y valorizar las estructuras existentes. En el ámbito de la restauración The Secret Garden en Grecia, se ha elegido liberar el interior de todas las superposiciones acumuladas a lo largo del último siglo, devolviendo legibilidad a los caracteres originales y a las peculiaridades de los muros de piedra.
El edificio, probablemente un Avlì (un patio abierto entre dos edificios), conserva muchas huellas de su pasado. Entre ellas, un portal de la época veneciana, ahora ubicado dentro de la casa, que antes daba acceso a uno de los edificios laterales. La diferente textura de la pared en la calle y las pequeñas y altas ventanas en la planta baja, que descansan sobre un importante zócalo, sugieren la presencia de un muro de contención.
Un segundo acceso, menos decorativo, conducía a un edificio a la izquierda de la entrada, luego transformado en abrevadero para animales. Incluso un agujero inclinado, visible en la misma pared, sugiere un desagüe proveniente de una cocina detrás. Tres ventanas tapiadas en un nivel superior confirman la hipótesis de que el edificio estaba compuesto por dos fachadas laterales que daban a un espacio abierto.
A lo largo de los siglos, para responder a nuevas necesidades habitacionales, el espacio ha sido parcialmente cerrado, excepto en la zona donde se ha ubicado la cocina, donde se ha mantenido un tragaluz en la nueva propuesta de diseño. La restauración ha dado lugar a la creación de un amplio espacio único en la planta baja y de dos habitaciones con baño privado en el piso superior, conectadas por una escalera central de planta cuadrada.
El volumen que alberga el hueco de la escalera y los dos baños se presenta como una inserción moderna debajo del último entrepiso, que ha sido consolidado. Esta solución ha permitido crear espacios técnicos en los falsos techos para la instalación de un sistema de aire acondicionado, integrando modernidad y comodidad respetando la estructura original.
