Retiro da Costiña: un viaje circular entre naturaleza y arquitectura

Arquitectura y Permacultura, ¿suena extraño?

La permacultura, surgida en los años 70, es un sistema de principios de diseño agrícola que se basa en los modelos y características de los ecosistemas naturales. El término permacultura proviene de la combinación de las palabras permanent y culture, indicando procesos agrícolas sostenibles y duraderos. La agricultura no solo moldea nuestros paisajes, sino que también tiene un profundo impacto en nuestras sociedades. En el proyecto Retiro da Costiña, esta conexión se manifiesta en la organización de los módulos de estancia temporal en el terreno, en armonía con los principios de la permacultura.

El paisaje de Santa Comba

El proyecto se encuentra en Santa Comba, un municipio del interior de Galicia, caracterizado por un relieve plano y suaves ondulaciones. Aquí, los extensos pastizales para el ganado se mezclan con el monocultivo de eucalipto, que rodea casi por completo el perímetro del terreno.

La primera acción instintiva emprendida fue la de crear una pequeña muralla vegetal perimetral, que marca una división entre dos realidades paralelas. En el exterior de la muralla verde, el paisaje permanece estático, con los eucaliptos que no cambian de color durante las estaciones. En el interior, en cambio, se celebra la Galicia de los colores cambiantes, con árboles autóctonos caducifolios, flores y huertos. Gramática Arquitectónica, el estudio de diseño que ha cuidado, entre otros proyectos de arquitectura también este, se encontró enfrentando un desafío interesante, el de diseñar considerando el cultivo agrícola.

Un diseño circular y orgánico

Dentro del terreno, la organización sigue un diseño circular. Círculos de diferentes tamaños generan caminos infinitos, a través de los cuales los visitantes pueden explorar y aprender sobre los procesos de cultivo de los productos que luego se servirán en el Retiro da Costiña. No se busca la línea recta, sino la suavidad y las historias que se desarrollan dentro y fuera de cada círculo.

La arquitectura de los módulos de estancia

Los edificios del proyecto Retiro da Costiña se basan en una doble premisa. Por un lado, cada edificio tiene un elemento estático a sus pies: una escalera de piedra que no toca el edificio, similar a un granero o a las escaleras de una nave espacial en la Tierra. Por otro lado, los módulos se elevan hacia el cielo, posándose en el suelo pero dejando espacio para el viento y los organismos del terreno.

Una Interacción Mínima con el Terreno

Al elevar los módulos del suelo, se reduce la interferencia con el flujo natural del terreno, que presenta una suave pendiente con vistas al valle. Los módulos se reducen a dos losas, o pisos, que evocan tanto las formas de las antiguas viviendas de los castros como el futurismo soñado.

La losa inferior ofrece una plataforma plana que alberga internamente una habitación con dormitorio, baño, una pequeña oficina y sala de estar. Externamente, genera una terraza donde se puede sentar entre las flores. La losa superior sirve como cubierta para la lluvia y el sol, creando un gran porche circular. Esta losa también es un techo-jardín, que contribuye a devolver el verde al terreno y apoya a pequeños insectos polinizadores.

Fachadas continuas y materialidad

Las fachadas de los edificios son continuas, dibujables con un solo gesto de lápiz, y presentan grandes aperturas verticales que refuerzan el espacio entre el interior y el exterior. La materialidad se caracteriza por el uso del blanco sucio, en sintonía con las construcciones tradicionales de la zona. Este blanco solo se ve interrumpido por las carpinterías en marrón oscuro, creando un contraste entre el color de fondo y el de las puertas y ventanas.

Un ambiente acogedor

El objetivo es crear una armonía entre el exterior y el interior, con suelos y techos que mantienen la misma textura y tonalidad. Los muebles y las paredes internas, en cambio, introducen variaciones de color y textura, generando un espacio interno cálido y acogedor.