El efecto, infinito y profundo, crea una vibración misteriosa y cautivadora. Enigmático e intrigante, el Solar Quartz recuerda a un meteorito venido directamente del espacio. Su movimiento lento e hipnótico nos sumerge en una atmósfera misteriosa y cósmica llena de poesía. Todo parece respirar: no hay principio ni fin, todo fluye
Solar Quartz, una instalación enigmática y onírica imaginada en la isla de Tenerife
Vincent Leroy imagina Solar Quartz como una piedra única, diferente de todas las demás en el desierto volcánico de la isla de Tenerife, hecha de acero inoxidable perforado. La luz que se refleja en una estructura geodésica juega con la instalación, atravesándola y reflejándose en ella al mismo tiempo
Una reflexión sobre nuestra relación con la velocidad y el alejamiento de la realidad tan presente en el mundo actual. A Vincent Leroy le gusta tomarse su tiempo, desglosando cada gesto que le importa. Una vez más, es la sutil mezcla de poesía y low-tech lo que lo caracteriza, distanciándolo del mundo real
Una sorprendente mezcla de poesía y tecnología. A partir de grabaciones de mensajes y sonidos en el espacio, Jérôme Echenoz crea sonidos en movimiento alrededor de la instalación: como bucles de ondas electrónicas. La repetición del sonido se hace múltiple e infinita y contribuye en gran medida al aspecto intrigante de la instalación