Villa Kolb, la residencia principal del arquitecto suizo Otto Kolb que enseñó en Chicago en el Instituto de Tecnología de Illinois en 1960, inspira el proyecto del nuevo Consulado Suizo en Chicago. El proyecto contó con la colaboración entre el estudio suizo de arquitectura HHF Architekten GmbH y el estudio de Chicago Kwong Von Glinow.
Al igual que en Villa Kolb, que con sus geometrías orgánicas y la fluidez en la arquitectura, permite una sucesión de espacios que fluyen uno tras otro, también el Consulado Suizo de Chicago está organizado alrededor de un "corazón verde" en el centro del espacio donde el personal se reúne y desde donde todo el programa consular es visible y accesible.
Entre la multidisciplinariedad de los proyectos de diseño de interiores del estudio arquitectónico HHF Architekten GmbH, el Consulado Suizo de Chicago se destaca por su diseño que gira completamente en torno al Green Core. Las oficinas, una sala de conferencias y las áreas de apoyo dan a este último, creando una suave división dentro del Consulado entre las áreas sociales y las áreas de trabajo.
Bancos curvilíneos empotrados y una cocina en ángulo median entre las dos áreas programáticas. Los elementos curvilíneos que filtran la luz permiten un suave contraste entre la geometría orgánica del Green Core y los muebles abstractos de las áreas de trabajo.
El vidrio esmerilado de las oficinas cerradas y la sala de conferencias subrayan aún más la conexión entre todas las áreas del Consulado y proporcionan mayor profundidad y luz al espacio. La oficina del Cónsul General se caracteriza por muebles de autor.
