Desde lejos, el edificio diseñado por el estudio Davide Macullo Architects parece una interpretación de la arquitectura tradicional, pero su aspecto cambia al acercarse. Cuando uno se sitúa frente a la SWISSHOUSE XXXVI, no reconoce el edificio visto desde lejos: una composición de láminas de hormigón que regula la relación entre interior y exterior gracias a las estudiadas orientaciones de las alas materiales que favorecen las vistas más bellas y el respeto a la intimidad del vecindario
SWISSHOUSE XXXVI cerca de Basilea. Las láminas de hormigón conducen a una experiencia inesperada del espacio
La SWISSHOUSE XXXVI está situado en Muttenz, un municipio histórico a las afueras de la ciudad de Basilea.
El nuevo edificio, que se incorpora a la imagen global del vecindario caracterizado por casas con tejados a dos aguas, aparece como un volumen cerrado por láminas de hormigón
El diseño del espacio interior de la SWISSHOUSE XXXVI se caracteriza por una triple altura: desde el salón de la planta baja se percibe toda la altura del edificio.
El volumen de las habitaciones de la primera planta, así como las de la segunda, dan forma al vacío de triple altura. Las distintas zonas funcionales de la casa se utilizan como elementos escultóricos de diseño.
El edificio se divide en dos cuerpos principales: el volumen que sobresale hacia el sur permite proteger las vistas del exterior y ofrece la posibilidad de disponer de una terraza en la segunda planta. La fragmentación del volumen total reduce la masa del edificio hacia el jardín y garantiza que la presencia del nuevo edificio se perciba con mayor ligereza.
La prolongación de las láminas de hormigón hacia el exterior, más allá de las ventanas, da una sensación de amplitud visual, favoreciendo la percepción de espacios más grandes, incluso y especialmente en los dormitorios que cuentan con volúmenes más reducidos
Una consecuencia directa del planteamiento del diseño fue la elección del material de construcción: el hormigón en bruto. Se juega así con el contraste entre la pesadez del material y su uso en láminas flotantes que aparentemente no cuentan con un soporte.
En contraste con la dureza del revestimiento exterior, el interior es extremadamente luminoso y cálido, convirtiéndose en un espacio acogedor
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