Termalija Family Wellness está inspirado en las estructuras vernáculas.

Termalija Family Wellness es el último de los proyectos que en 15 años han modernizado por completo las Termas Olimia en Eslovenia: un clásico centro de bienestar construido en los años 80 se transforma en un moderno y relajante centro termal

Arquitectura funcional en armonía con el entorno

Normalmente, el desarrollo de complejos termales se traduce en una serie de extensiones que gradualmente llenan el espacio, mostrando abiertamente diferentes períodos de construcción y diseño. ENOTA, con sus proyectos de arquitectura, ha adoptado un enfoque bastante diferente en la reestructuración de las Termas Olimia: con cada nuevo edificio, han intentado mejorar la situación también en términos de urbanismo, asegurando que el espacio termal esté cada vez más conectado con la naturaleza circundante.

Reestructuración para una mayor integración ambiental

Lo mismo ocurre con el Termalija Family Wellness, cuya cubierta estaba diseñada para ser retirada durante los meses de verano, pero en la práctica nunca se abría debido a la complejidad del sistema de movimiento. El resultado era una estructura que, con sus dimensiones imponentes y su forma inusual, se destacaba claramente de las construcciones circundantes, creando un elemento de fuerte contraste con el entorno arquitectónico y paisajístico. Por lo tanto, el nuevo diseño tuvo que enfrentar el desafío de integrar armoniosamente el espacio con un diseño más funcional y en sintonía con el ambiente.

Integración con el contexto a través de la arquitectura vernácula

En los proyectos para los otros edificios de las Termas Olimia, parte del área necesaria para las funciones termales se ha ubicado en los niveles subterráneos, reduciendo así la ocupación volumétrica en el lote. En el caso de Termalija Family Wellness, al no ser posible enterrar más las estructuras, fue necesario diseñar un edificio de dimensiones imponentes, pero sin renunciar a un diálogo con el entorno circundante. Por lo tanto, los arquitectos diseñaron una estructura que se inspira en las formas y materiales de las arquitecturas vernáculas locales, reinterpretándolas de manera contemporánea para crear un volumen que, a pesar de su escala, mantiene un fuerte vínculo visual y cultural con el contexto.

Un techo segmentado para reducir el impacto visual y aumentar la resistencia

El gran techo que cubre el área del agua ha sido dividido en una serie de segmentos más pequeños, diseñados para evitar que su escala total resultara demasiado dominante en comparación con el paisaje circundante. Esta división no solo reduce el impacto visual, sino que también contribuye a garantizar una mayor resistencia estructural, distribuyendo de manera más eficiente las cargas. Desde lejos, la composición en racimo de los volúmenes tetraédricos recuerda las formas, los colores y las proporciones de los edificios rurales preexistentes, creando una continuidad visual natural con el entorno: la nueva estructura se presenta como una extensión armoniosa del complejo original, fortaleciendo la percepción de pertenencia al territorio.

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