Rodeado de la flora y la fauna locales, el proyecto está semi-suspendido sobre un canal de agua y nació del deseo de Don pepe, un anciano de la zona, de crear un espacio donde poder tomar una taza de té o café con su familia, como ha sido la tradición durante años
Salón de té con arquitectura minimalista. El entorno se convierte en el protagonista del espacio
El proyecto, situado en una zona agrícola del cantón de Baba, en la provincia ecuatoriana de Los Ríos, fue diseñado por el estudio Natura Futura Arquitectura y construido por la mano de obra local mediante cerchas de madera y ventanas de cristal abiertas al paisaje
La sala, de 8x4 metros, se apoya en dos estructuras de hormigón preexistentes, que se utilizaron originalmente para construir un puente. La sala se configura a través de su propia envolvente, mediante un sistema de cerchas de madera realizadas con mano de obra local
Gracias al uso de acristalamientos estáticos y móviles, el proyecto se abre al entorno circundante, difuminando la frontera entre el exterior y el interior. Las puertas de celosía plegables se abren a la terraza, donde una barandilla plegable define el límite del proyecto. Gracias a las escaleras laterales de piedra del río, es posible sentarse cerca del río y tener contacto directo con el agua
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