La comunidad de Londor está compuesta por 112 personas que viven en extrema pobreza, cuya actividad económica es la mendicidad y el suministro de cabello humano para la industria de pelucas. En 2015, una inundación causada por lluvias torrenciales y el desbordamiento de una presa afectó las precarias viviendas que tenían, dejando algunas construcciones en un estado de fuerte deterioro y a otras familias sin hogar
Viviendas resistentes a las inundaciones y Centro Comunitario y Educativo en Londor
Este es un proyecto de construcción comunitaria sostenible de viviendas resistentes a las inundaciones y de un Centro Comunitario y Educativo en Londor, Chengalpattu, Tamil Nad, India. Se caracteriza por el uso de materiales naturales y por el objetivo de combatir la pobreza habitacional en zonas rurales y en territorios indígenas a través de un diseño participativo e inclusivo
El Programa VACA, dirigido por el arquitecto Juan Carlos Loyo, en colaboración con la Fundación My Name is Kumar diseñó para los habitantes de Londor un modelo de construcción realizado con materiales locales como el bambú y revestimientos de hojas de palma tejidos artesanalmente para ofrecer una solución de fácil implementación y mantenimiento. Las viviendas y los espacios comunitarios debían ser construidos por la misma comunidad y por 10 voluntarios internacionales
La casa construida tiene una amplitud de 35 metros cuadrados; la edificación cuenta con una malla estructural hecha de postes de bambú unidos por clavos del mismo material y cuerdas de coco, además de cuatro postes de palma. A los postes de madera, aislados del suelo con una protección de concreto y plástico, se cuelga una plataforma ligera, también hecha de bambú y cemento que se apoya sobre una línea de cimentación de ladrillos y también sirve como escalera de acceso
La estructura permite el paso del agua por debajo de la vivienda sin que afecte el interior, además de facilitar la circulación del aire que reduce la temperatura del hogar. El revestimiento de hojas de palma disipa fácilmente el calor, lo cual es útil considerando el clima extremo del área con temperaturas que a menudo alcanzan los 43 grados celsius. Gracias a la ligereza de los materiales, cualquiera puede transportar y construir de manera sencilla este módulo habitacional, que también es fácil de ampliar, permitiendo así el crecimiento progresivo de la vivienda a costos muy bajos
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