Restaurante barroco Three Roses en el monasterio de Broumov, entre arcos y bóvedas, ofrece una experiencia arquitectónica y gastronómica única

Tras grandes cambios en los jardines del monasterio, que incluyeron un proyecto de desarrollo para el centro cívico multifuncional de Dřevník (leñera), el estudio también diseñó varios otros edificios en el complejo. Desde el Café Dietzenhofer, hasta la revitalización de Růžový Dvůr (el jardín de rosas), un nuevo centro de visitantes y, ante todo, el restaurante U Tří růží (Tres rosas) en el ala sur del complejo

El restaurante hace una referencia simbólica al pub original, que existió en el mismo lugar desde el siglo XVII al XX. El siglo pasado, sin embargo, se caracterizó por la actitud típica del régimen comunista hacia el patrimonio cultural y, lamentablemente, dejó profundas cicatrices en el edificio. Se dejó que el monasterio se pudriera y fue golpeado por una serie de ajustes poco profesionales típicos de la época. El inversor solicitó una reforma para amenizar el espacio devolviéndole su función original: servir comida y bebida

La tarea más desafiante por el estudio ADR fue diseñar un plano funcional. El arreglo original tuvo que ser respetado para mantener la autenticidad junto con los objetos supervivientes de alto valor histórico. Como ha sido durante siglos, la parte central del restaurante es accesible desde la calle Růžová, con un espacio con tres bóvedas de crucería. En el centro del ala sur del restaurante se encuentra la cocina, que se conecta a una amplia sala disponible para alquiler privado, con cuatro bóvedas y un pilar central. Un pasillo proporciona acceso a asientos al aire libre con un bar de verano en el Růžový Dvůr, pero también como acceso al baño y a la despensa de la cocina

La atmósfera general del interior está definida por las elegantes curvas de las estructuras arqueadas originales. El piso original se restaura mientras se agregan materiales reciclados modernos como el empelechado de las barras de bar. Otra característica interesante del interior se expresa mediante el uso de las capas originales de pintura, que crea una pátina de tiempo natural a lo largo de los muros perimetrales. Desde el restaurante, una ventana tradicional le permite echar un vistazo a la cocina. Dispersos por el lugar hay elementos antiguos que han vuelto a un nuevo esplendor, como la estufa de azulejos original, molduras de piedra y una serie de pequeñas ventanas y puertas que se encuentran en posiciones inesperadas

Los suelos de los pasillos cuentan con baldosas adoquinadas con un llamativo patrón de tablero de ajedrez de un fabricante checo. Los cubículos de inodoro empotrados bajos llenan los espacios arqueados, lo que permite que los arcos originales permanezcan aireados y visibles. Un elemento significativo del interior son las ventanas abatibles originales y las puertas de madera maciza. Se han restaurado objetos de valor y se han replicado otros. La iluminación y otros elementos técnicos esenciales se han diseñado para interferir mínimamente con la apariencia general del interior. Las mesas de madera de roble, los revestimientos de las paredes y los asientos gris claro neutro completan el ambiente. El uso de madera y los espacios abovedados ventilados y escasamente amueblados brindan la experiencia de degustar el menú local tradicional en un espacio distinguido