Hasta hace poco tiempo, aquellos que viajaban en tren a Collalbo, encontraban al salir de la estación una carretera asfaltada y un estacionamiento abarrotado. Sin embargo, el Municipio decidió transformar radicalmente esta área, con el proyecto visionario de Roland Baldi Architects que rediseñó la zona de la estación como un acogedor espacio para residentes y turistas.
En las inmediaciones de la estación, recientemente se inauguró el nuevo Centro intermodal, otra obra de arquitectura urbana a cargo de Roland Baldi Architects. Este centro incluye una estación de autobuses, un estacionamiento y un garaje subterráneo, destinados tanto a residentes como a viajeros. La plaza de la estación es la pieza final para completar el nuevo plan de movilidad del pueblo.
La nueva plaza, diseñada para ser un lugar de encuentro y relajación, es una verdadera joya arquitectónica. Los viajeros en la histórica línea ferroviaria del Renon, que ofrece una impresionante vista de las Dolomitas, ahora son recibidos por una elegante plaza en la terminal. Este espacio invita a los turistas a detenerse, orientarse gracias a un panel informativo y quizás encontrarse con amigos en las mesas concurridas del bar de la estación.
El pavimento de la plaza está caracterizado por franjas alternadas de adoquines de pórfido verde y rojo, creando una alfombra de piedra natural que cubre toda el área frente al edificio de la estación y se extiende hasta las vías. Las franjas de pórfido están interrumpidas por pequeñas áreas verdes y asientos. Los parterres albergan bojes, plantas suculentas, arbustos de juncos y arces rojos, mientras que las piedras del pavimento se elevan en varios puntos para formar áreas de descanso con asientos de cirmolo.
Los muebles urbanos, incluyendo papeleras, soportes para bicicletas y farolas, han sido realizados en acero corten, conocido por su característico color oxidado. Además, el imponente roble frente al bar de la estación ha sido conservado, ofreciendo una agradable sombra a los clientes.
El área frente a la estación ha sido completamente rediseñada. La calle y el estacionamiento han sido eliminados y reemplazados por la plaza, accesible solo para residentes, quienes pueden cruzarla a paso de peatón. Los topes de piedra natural en los extremos de la plaza recuerdan a los conductores el límite de velocidad, garantizando seguridad y tranquilidad. Antes de ingresar a la plaza, una rotonda con espacios de estacionamiento funciona como zona de "kiss and ride", dedicada a paradas cortas para acompañar a alguien a la estación.
A pesar de los cambios, una escultura de bronce del artista Franz Messner ha sido conservada: una cabra que mira a través de su espejo a algunos gorriones, también de bronce, que parecen estar silbando desde el techo de la estación: ¡Nos vemos en la Plaza!.
