En el extremo oriental de Texas Hill Country, Clayton Korte da luz a una tienda de vinos excavada en la roca, donde se puede catar el vino dentro de una pequeña cueva. La entrada, precedida por un pequeño patio y protegida por robles y olmos, está rodeada de misterio y se mimetiza con el paisaje
Bodega excavada en la roca. Catar vinos encerrados en una pequeña cueva
La bodega, diseñada por Clayton Korte en la pared de una colina de piedra caliza, ofrece una experiencia única: catar el vino encerrado en una cueva completamente mimetizados con el paisaje de alrededor
Un túnel existente esconde una sala de degustación, un bar, una bodega y un baño. La apertura de la cueva está coronada por un portal de hormigón, formado por tablas que preservan estructuralmente la entrada. El hormigón está destinado a patinarse aún más con el tiempo, el musgo y la hiedra trepan aún más por las paredes, mezclándose aún más con el entorno
Los interiores están revestidos de roble blanco, tanto en bruto como ebonizado, mezclado con abeto Douglas de vetas verticales, un cálido contraste con el hormigón y la piedra de alrededor. Las ventanas de acero y madera separan el interior y el interior. Este último evoca la imagen de "un barco en una botella", como dice el arquitecto principal del proyecto, "los componentes de la inserción de madera sólo se alejan deliberadamente de las paredes de la cueva para que la sala siga siendo adaptable"
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