Un proyecto ambicioso y desafiante
La intervención de KontrArk abarcó todos los pisos del edificio, desde el sótano hasta el quinto piso, en un proyecto que se completó en menos de seis meses. La verdadera desafío fue conciliar las necesidades de la marca con la historicidad del edificio, preservando la identidad arquitectónica del lugar y al mismo tiempo respetando las pautas del formato Kebhouze. Un desafío interesante en proyectos de diseño de interiores como este, en los que se interviene en edificios históricos.