Casa del Bosque: paredes que no separan, sino que acogen en la naturaleza.
Casa del Bosque: paredes que no separan, sino que acogen en la naturaleza.

Casa del bosque: paredes que no separan, sino que acogen en la naturaleza.

El sitio donde se encuentra el proyecto está ubicado a 100 km al sureste de Montréal, no muy lejos de la vida urbana y al mismo tiempo inmerso en la belleza de la naturaleza.

Cerca de la ciudad pero no demasiado

Forest House es uno de los proyectos de arquitectura del estudio Natalie Dionne Architecture, diseñado para rendir homenaje al bosque que lo rodea, especialmente a través de la madera que, presente en cada rincón de la casa, busca la simbiosis con el entorno circundante. La madera, que domina la paleta de materiales, se encuentra tanto en el interior como en el exterior. La estructura a la vista y los diversos acabados muestran toda la riqueza del material natural.

Casa del bosque: paredes que no separan, sino que acogen en la naturaleza.

Soluciones de diseño

Para aprovechar al máximo la luz y las vistas disponibles, las viviendas se elevan sobre una cuenca gracias a una estructura minimalista, que garantiza el mínimo impacto en el terreno existente. El piso principal, corazón del proyecto, se eleva sobre la grieta rocosa, proyectando una amplia terraza hacia la ladera.

Casa del bosque: paredes que no separan, sino que acogen en la naturaleza.

Conexión con el bosque

Desde la parte exterior, dedicada al relax y a la villa al aire libre, se pasa a los interiores: cocina, comedor, sala de estar, dormitorio, ubicado en el extremo sur. La zona de estar tiene ventanales del piso al techo, y está inundada de luz natural. Hacia el este, la pendiente espectacular garantiza una vista panorámica del bosque.

Casa del bosque: paredes que no separan, sino que acogen en la naturaleza.

Armonía cromática con el entorno

La estructura del techo a la vista está hecha de madera de abeto negro del norte de Quebec. Se ha prestado especial atención a las fachadas revestidas de cedro blanco oriental, tratadas previamente con un producto que acelera el proceso de envejecimiento, de manera que se mimeticen con el paisaje y se reduzca al mínimo el mantenimiento futuro.

Casa del bosque: paredes que no separan, sino que acogen en la naturaleza.

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