El único remanente del castillo de Merola, una sola cara de la torre de vigilancia, corría el riesgo de derrumbarse en cualquier momento, con la consiguiente pérdida de la única parte aún viva del monumento
Torre de madera que sostiene un remanente medieval. Punto panorámico para visitantes
En el municipio de Puig-reig, en Cataluña, se encuentran los restos del castillo de Merola, que datan del siglo XIII: una torre de vigilancia, inestable debido al terremoto del siglo XVI, se estabiliza gracias al diseño de una torre de madera por Carles Enrich Studio
Gracias a la intervención del estudio de arquitectura Carles Enrich Studio, no solo fue posible preservar los restos del castillo, sino también convertirlos en un punto de atracción para los visitantes
El primer paso fue el de consolidar los restos de la estructura medieval y posteriormente fortalecerlos a través de una estructura de madera que acompañaba la disposición original del muro de piedra
La estructura de madera se compone de secciones cuadradas, en el interior hay una escalera que permite la circulación y facilita el mantenimiento del monumento. Además de soportar la construcción, la torre de madera también restaura la función original de la torre, la de un punto panorámico
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