El artista y escultor Gregory Orekhov acaba de completar su obra más reciente titulada "Nowhere" ubicada en el parque Malevich en la región de Moscú. Una alfombra roja de polipropileno de 250 metros de largo que atraviesa el paisaje a través de un bosque nevado.
La nueva instalación de Orekhov, artista de proyectos de exteriores y diseño, puede ser comparada con las obras de Eric Bulatov, sin embargo, fue realizada no en un plano pictórico, sino en el parque de Kazimir Malevich, lo que le otorga a la obra un significado adicional: la transición del artista a la abstracción geométrica, manteniendo intacta la realidad inicial.
Históricamente, la alfombra roja tiene un significado ceremonial: el camino de los vencedores. Desde los tiempos de Agamenón, la alfombra roja se ha desplegado para recibir a líderes y reyes, atribuyéndoles una chispa divina. En la época soviética, el rojo, color sagrado, marcaba el camino tomado por los jefes de estado en ocasiones ceremoniales. Hoy en día, en Los Ángeles en la ceremonia de los Oscar o en el festival de cine de Cannes, la alfombra roja se despliega para ser utilizada por celebridades.
Caminando a lo largo de la línea roja de Orechov, el visitante se encuentra asumiendo el papel de un soberano, pero al final queda demasiado fascinado por el paisaje circundante. Orekhov destaca que el deseo de fama, riqueza y poder es insignificante cuando se trata de la grandeza del universo y de la naturaleza. Sin embargo, "Nowhere" no puede ser limitado a una sola interpretación. El artista plantea al público la siguiente pregunta: ¿dónde está la línea roja, la línea prohibida que no debe ser cruzada bajo ninguna circunstancia?
Cada día presenciamos cada vez más violaciones de los límites, y estas parecen ser cada vez más móviles. La oportunidad de interactuar con el trabajo de Orekhov, de cruzar literalmente la línea roja, permite mirar el problema desde un nuevo ángulo y rediseñar para uno mismo el límite de lo que es aceptable.
