Elizabeth y Ray decidieron comprar un terreno de 300 m2 en las afueras de la ciudad de Oaxaca, donde construirían la casa de sus sueños, Nuestro sueño, por la que habían estado trabajando toda su vida. Antes vivían en Nuevo México, un lugar famoso por sus majestuosos cielos y su clima extremo. En su nuevo hogar, el mayor reto para los arquitectos de Espacio 18, que diseñaron su nueva vivienda, fue mostrar a la pareja cómo es posible vivir de forma diferente, en una casa hecha de materiales diferentes y proyectada hacia el interior, una condición dictada por la zona y los edificios adyacentes
‘Nuestro sueño', la residencia de ensueño donde sentirse abrazado por la calidez de México
Una pareja de jubilados estadounidenses lo ha dejado todo para hacer realidad el sueño de su vida: vivir en Oaxaca, una ciudad de la que se enamoraron, eligiéndola como lugar de residencia permanente. Aquí, la residencia Nuestro sueño está diseñada para ello
Elizabeth y Ray son personas a las que les gusta formar parte de la comunidad y que se dejan querer a su vez: por eso su casa está diseñada para ser "evolutiva", cambiante, llena de vida, un lugar de encuentro donde nunca pueden faltar los amigos y el mezcal: un oasis en las afueras de la ciudad.
Nuestro Sueño es una caja de arcilla que esconde una estructura de hormigón basada en un módulo de 60 cm, que define la distribución interna. El corazón y el alma de la casa son la cocina y el patio central, como una antigua casa colonial en el centro de Oaxaca. Las puertas de cristal plegables en la estructura de acero transforman el espacio y desmaterializan la frontera entre el interior y el exterior, haciendo que el espacio sea flexible
En la construcción de Nuestro Sueño se debió tener en cuenta varias necesidades especiales, como tener un huerto y espacios dedicados a las pasiones de la pareja: un taller de costura, una carpintería, una galería y una sala de cine. Las habitaciones de la residencia se han diseñado para que sean amplias y adaptables, de modo que puedan cambiarse con el tiempo. Los arquitectos de Espacio 18 hablan de cómo el edificio cambia con las estaciones y la hora del día, presentando un fascinante espectáculo de formas y volúmenes siempre cambiantes. En el dormitorio principal, la idea que guía la composición es la de despertar al amanecer y comenzar a experimentar sus espacios siguiendo el lento paso del tiempo de forma natural. Sus habitaciones conducen a la azotea, desde donde se puede disfrutar de la increíble Sierra Madre Sur
La vegetación y los diseños interiores hacen que la residencia sea única: espacios coloridos diseñados para el placer de quienes se alojan en ella, porque todo fue creado para ellos.
La intención del diseño arquitectónico fue crear un espacio acogedor y lleno de vida, que muestre lo mucho que México es capaz de abrazarte, un lugar donde realmente puedas sentir que estás en Oaxaca
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