Un proyecto que divide y converge: público y privado en equilibrio
La estructura del Penthouse Altaire 36 está diseñada para separar claramente las áreas públicas de las privadas, creando una perfecta división entre la entrada y la zona privada. Un imponente vestíbulo recibe a los visitantes, revestido con azulejos de mármol Kassama, que enmarcan elegantemente los ascensores. La luminosidad natural, que proviene del jardín central y la terraza, ilumina todo el espacio, otorgando una sensación de apertura y continuidad con el exterior.
Un sistema simple de particiones divide el primer módulo entre el penthouse y una pequeña oficina, permitiendo una separación funcional, pero al mismo tiempo integrada. La elección de los materiales se hizo con la intención de conectar el espacio con su función. El mármol, la madera y los paneles de fibrocemento se dispusieron en superficies lisas, creando una sensación de continuidad entre las habitaciones. Cada área se caracteriza por un uso distintivo de texturas y tonalidades que definen su uso sin la necesidad de elementos ornamentales superfluos.