Villa Z adquiere una posición destacada en el tejido urbano en el que se encuentra, caracterizado principalmente por edificios unifamiliares y multifamiliares de los años '80 y '90: el diseño esencial y minimalista caracterizado por la interpenetración de sólidos geométricos propone un nuevo lenguaje al contexto para hacer arquitectura.
Una nueva unidad residencial, Villa Z, uno de los proyectos de arquitectura del Arquitecto Stefano Iattoni, se levanta en un contexto urbano caracterizado por edificios de los años 80 y 90. El proyecto, precisamente por esta razón, se destaca y asume una posición destacada gracias a su lenguaje arquitectónico, definido por sólidos geométricos que se entrelazan, otorgando a la obra un carácter único e innovador.
El diseño moderno, esencial y minimalista, está definido por la superposición de dos volúmenes paralelepípedos, que caracterizan los dos pisos que componen la villa. El minimalismo se acentúa con los techos planos sin salientes: la alternancia de llenos y vacíos y un juego de volúmenes superpuestos crean un porche sombreado alrededor de la piscina ubicada en el exterior, en la parte trasera de la villa. Las grandes ventanas mejoran notablemente la luminosidad interna de la vivienda: caracterizadas por dimensiones y posiciones diferentes, hacen referencia en el diseño a los volúmenes paralelepípedos.
El bienestar visual y experiencial fue el foco del proyecto de interiores: la distribución de los espacios, tanto en planta como en altura, fue estudiada para garantizar perspectivas de gran impacto, preservando al mismo tiempo la privacidad de los ambientes. La interacción fluida entre el comedor, la sala de estar exterior cubierta y la piscina asegura una continuidad perceptiva que realza la armonía entre los espacios interiores y exteriores, creando un conjunto homogéneo y funcional.
El estudio de la luz no solo ha implicado la cuidadosa elección de las aberturas exteriores y los sistemas de oscurecimiento, sino también la creación de una iluminación artificial óptima para cada ambiente. Para lograrlo, se ha adoptado un sistema de LED, integrado en tiras empotradas en el techo o la pared, insertadas en perfiles perimetrales o en voladizos, complementado con focos puntuales y luces de paso. Este enfoque permite obtener diferentes efectos luminosos y modular la intensidad según las funciones específicas de los espacios.
El ahorro energético ha sido un principio fundamental del proyecto: el edificio ha sido equipado con un sistema de aislamiento térmico exterior, corrigiendo todos los puentes térmicos generados por las formas arquitectónicas. Además, se ha instalado un sistema de calefacción radiante a baja temperatura, alimentado por una bomba de calor, en combinación con un sistema fotovoltaico y un sistema de ventilación para el tratamiento del aire, garantizando un alto rendimiento con un consumo energético casi nulo.
