Habilidad artística y autenticidad expresiva: el arte de Marco Morosini.

En los últimos años, la investigación creativa de Marco Morosini ha explorado un tema actual: la alienación del hombre en la sociedad moderna. A través de un lenguaje visual fuertemente influenciado por el Pop Art y la gráfica comercial, Morosini representa sentimientos de aislamiento, anonimato y conformismo. De ahí la serie Uominiuomini, un homenaje provocativo a la producción en masa. Cada pequeño hombre, sin rasgos distintivos y vestido de manera uniforme, es reproducido mecánicamente. Estas figuras arquetípicas han sido inspiradas por íconos del Pop Art como Roy Lichtenstein y Andy Warhol, y han sido creadas mediante técnicas seriadas. En una época dominada por la inteligencia artificial, Morosini reivindica la necesidad de obras realizadas por el hombre para el hombre. En este momento, Uominiuomini REFLEX se encuentra en exhibición en el espacio de Orea Malia, en la calle Ugo Bassi en Bolonia.

Conocemos mejor a Marco a través de una larga entrevista, donde repasamos su carrera artística y los momentos más significativos que lo han llevado a destacarse en el panorama nacional e internacional.

#respuesta1

Hola Marco, estoy muy feliz de tenerte en este espacio virtual y dialogar contigo. Estoy curiosa y quiero preguntarte muchas cosas, empecemos de inmediato. En 1996 te trasladaste a Viena para una experiencia en el estudio No Frontiere Design, tu primera experiencia internacional, imagino que fue un momento importante para tu carrera artística. ¿Cuál es el recuerdo ligado a ese momento?

Hola Maria Rosa, estoy muy feliz por esta entrevista y te agradezco por el tiempo que me estás dedicando. El recuerdo de Viena es realmente especial para mí. Fui por primera vez con mi Mercedes 200/8 de 1969, el primer coche que compré por 2.500.000 liras. Este coche me acompañó tanto a la universidad en Urbino como en mi primera experiencia laboral en Viena. En ese momento, la tecnología aún estaba en pañales y usábamos el fax como principal medio de comunicación. Recuerdo haber enviado tantas páginas de mis proyectos gráficos que enfadé al dueño de No Frontiere Design porque agoté todo el tóner del fax, obligándolo a apagar la máquina por sobrecalentamiento. A pesar de estos episodios, la experiencia fue fantástica. Ya había estudiado en Alemania y apreciaba mucho el orden y la precisión del mundo anglosajón en la tipografía y la fotografía. Incluso Internet era una novedad, limitado a un pequeño ordenador utilizado solo para enviar correos electrónicos a los proveedores. Usábamos un sistema innovador llamado Quick Mail para comunicarnos dentro del estudio, lo que a veces resultaba alienante porque hablábamos con personas a pocos metros de distancia a través de la tecnología. No Frontiere Design era uno de los estudios más avanzados tecnológicamente en Europa y esta experiencia me dejó un recuerdo imborrable.

#answer2

Después de tu experiencia en Viena, te encuentras con Oliviero Toscani y comienzas tu experiencia en Fabrica, el centro de investigación en comunicación promovido por Benetton y dirigido por el maestro. Justo este año Fabrica cumple 30 años y me imagino que vivir ese fermento cultural ha sido para ti una gran fuente de inspiración y conocimiento. ¿Puedes contarme qué significó para ti este encuentro y la experiencia en Fabrica?

Me considero muy afortunado de haber participado en este momento histórico de Fabrica. A menudo, cuando se viven eventos sociales o artísticos significativos, no se es consciente de la importancia del momento. Uno está inmerso en un torbellino tan rápido que no hay tiempo para reflexionar sobre el valor de lo que se está experimentando. Solo años después, mirando hacia atrás, se aprecia verdaderamente la singularidad y relevancia de ese período. Para mí, Fabrica y Oliviero Toscani fueron fundamentales. Toscani fue un gran maestro, enseñándome la verdadera creatividad y la expresión auténtica. Llegué como diseñador gráfico y salí como alguien que había aprendido a comunicar a través de las imágenes, dejando de lado la decoración para abrazar la expresión. Toscani tenía un método de enseñanza único: trabajábamos en proyectos individuales y los presentábamos frente a todo el grupo en el auditorio. Cada presentación era seguida de comentarios sinceros y directos por parte de los demás participantes. Este intercambio honesto y libre de ataduras permitía un crecimiento personal y profesional increíble. Realmente se comprendía el valor de nuestro trabajo y estábamos motivados a mejorar constantemente.

Fabrica era un lugar donde convergían las mejores mentes creativas del mundo. Recuerdo compañeros fantásticos provenientes de Japón, Alemania, España, Portugal, Brasil, Inglaterra y muchos otros países. Había un crisol cultural increíble, con personas dispuestas a aprender y a dar lo mejor de sí mismas. Por las noches, el guardia literalmente nos echaba de Fabrica porque tenía que cerrar la estructura, a menudo apagando las luces para que saliéramos. Estábamos tan inmersos en nuestros proyectos que ni siquiera nos dábamos cuenta de que ya eran las nueve de la noche.

#respuesta4

En 2001 nace Lo studio en Pesaro, un poco como volver a casa después de haber viajado y vivido muchas experiencias en otros lugares. ¿Por qué justo allí, donde naciste y creciste?

Sí, en 2001, después de concluir mi experiencia en Fabrica y en América, regresé a mi ciudad natal, Pesaro, donde había estudiado en el Instituto Estatal de Arte. Teníamos un antiguo espacio industrial en las afueras, completamente abandonado, con el techo que dejaba entrar agua y sin ventanas. A pesar de estar en condiciones desastrosas, este espacio tenía un encanto increíble y una luz maravillosa. Decidí arreglarlo y convertirlo en mi sede: el estudio y la vivienda juntos en un enorme loft de casi 1000 m². Al principio trabajaba solo allí, pero pronto, con el aumento de proyectos, empecé a colaborar con una joven diseñadora gráfica. Cuando contestaba el teléfono diciendo: Studio Morosini, buenos días", daba la impresión de que había cien personas trabajando para mí, pero en realidad solo éramos nosotros dos.

Con el tiempo, el estudio creció y comenzamos a colaborar con varias marcas internacionales. En 2005, dentro de este espacio, nació y se desarrolló la marca Brandina. Este lugar también albergaba mi galería de arte personal, donde exhibí mis primeras obras de la serie UominiUomini, las instalaciones Stone Messages con lápidas de mármol, las Cajas de la Memoria y otros proyectos artísticos que iban tomando forma. Este espacio me permitió expresar plenamente mi creatividad y compartir mis obras con el público.

#respuesta5

En 2005, junto a Barbara Marcolini, fundé Brandina, una marca de bolsos y accesorios hechos con la tela de las tumbonas de playa. Las creaciones de la marca se convirtieron en un ícono en el ambiente playero, combinando la originalidad de la tela con las raíces tradicionales de la Riviera Adriática. Cuéntame cómo surgió este proyecto.

En 2004 realicé el libro Divi di Rimini, un retrato fotográfico de los bañistas publicado por Electa Mondadori. Este libro recopilaba todas mis fotografías de los bañistas de la riviera romañola, tomadas recorriendo 40 km de costa desde Cattolica hasta Bellaria. Fotografié a las personas más carismáticas y representativas de la Riviera, contándolas a través de mis imágenes. En la portada puse la foto de un bañista, pero sentía que no era suficiente para transmitir la energía y la atmósfera del mar presentes en las páginas. Decidí entonces agregar una sobrecubierta hecha con la tela de las tumbonas de playa.

Fue así como entré en contacto con este material a rayas de colores, utilizado en toda la Riviera Adriática, que encierra nuestros sueños, los primeros besos, los baños en el mar y las vacaciones de verano. Me di cuenta de su fuerte poder expresivo y decidí utilizarlo no solo para la portada del libro, sino también para crear accesorios y bolsos de playa. Así nació la marca BRANDINA.

Junto a mi esposa Barbara, que es arquitecta y se encarga del estilo y la gestión de las tiendas, yo me ocupo de la parte creativa y gráfica. La marca ha tenido éxito: hasta el día de hoy tenemos seis tiendas exclusivas y hemos decidido mantenernos pequeños, centrándonos en nuestra Riviera Adriática. No queremos convertirnos en una marca global, sino en una marca glocal: local y única, aunque con visibilidad internacional. Creemos firmemente en la belleza de ser singulares y provinciales, resistiendo a la globalización que uniformiza todo en todas partes. Nuestras tiendas están solo aquí, y quienes deseen nuestros productos desde el extranjero pueden adquirirlos directamente en nuestros puntos de venta o en línea.

#respuesta6

Siempre en Las Marcas, después de un largo trabajo de restauración, en la primavera de 2013 se abre el Castillo de Granarola, una residencia histórica y lugar de acogida internacional inmerso en la naturaleza en una colina sobre el mar. La primera Long Stay House de Brandina. Parece que en este lugar encuentras todo lo que es tu imaginario creativo y la esencia del vínculo con tu región. ¿Puedes hablarme de tu relación con los lugares donde sientes que puedes expresar plenamente tu talento artístico?

Sí, Granarola es un lugar al que estoy profundamente unido desde 2007. Nací a solo 3 km de este lugar y cada vez que voy allí, respiro el aire que me hizo crecer. Compré esta antigua ruina para salvarla de una especulación inmobiliaria que pretendía convertirla en apartamentos. He cuidado la restauración de cada piedra, reconstruyendo las habitaciones con la mejor exposición al sol y utilizando materiales naturales. He seguido cada detalle arquitectónico, gráfico y de decoración.

Hoy, el Castillo de Granarola es un relais con 24 residencias, cada una con un diseño único. Las seis nuevas residencias inauguradas recientemente albergan seis de mis procesos artísticos: BRANDINA, The Art of Selling a Bag, New Humanity, Basis, UominiUomini y Stones. Granarola es un lugar que me pertenece profundamente; me recarga y me inspira. Es un lugar completamente inmerso en la naturaleza y vive al ritmo de la naturaleza, ofreciendo un refugio de paz y serenidad.