En el restyling del Bistro de la Casa de los Artistas del arquitecto Filippo Taidelli, la matriz virtual común a toda la “Casa” dada por una estructura modular que combina uniformidad formal y flexibilidad funcional, aquí en el bar genera dos volúmenes: uno bajo y ancho y otro esbelto que se encajan en el espacio de puntillas para generar una matriz formal con una piel camaleónica, cálida y animada
Bistro de la Casa de los Artistas entre el ambiente de taller industrial doméstico y el de vivero urbano
En Milán, el Bistro de la Casa de los Artistas es el corazón palpitante de la residencia: lugar de encuentro, filtro de acceso al magnífico jardín, punto de referencia para el público y hogar de sus habitantes
Un dinámico mosaico de texturas y colores cobra vida en los distintos niveles de los dos volúmenes, en una alternancia de personas, botellas, cajas, vasos, mallas metálicas y tableros de madera. Por la noche, los nuevos volúmenes se convierten en linternas de colores retroiluminadas que dialogan con el espacio existente delicadamente acentuado por una línea de luz perimetral
Las estructuras de hierro negro del almacén se suavizan por el contraste con los tableros de madera de las mesas y el suelo de hormigón existente: el resultado es un ambiente de taller industrial revisitado que conserva el encanto de los grandes espacios de producción, pero que transmite calidez doméstica. En el exterior, las referencias formales del bar se desplazan hacia la atmósfera del vivero urbano, introduciendo la vida en plein air del dehor rodeado de vegetación pública y privada
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