Volumen escultórico que dialoga con el paisaje
En un terreno en pendiente en la zona este de Toronto, esta casa unifamiliar de cuatro habitaciones está encajada en un barranco, con pendientes pronunciadas que se elevan en el jardín trasero y en el lado opuesto de la calle. El estudio canadiense Reigo & Bauer ha diseñado esta nueva construcción adoptando soluciones geométricas para maximizar el espacio del lote estrecho y crear una estructura visualmente impactante.
El edificio se desarrolla en altura, enfatizando la verticalidad en continuidad con los árboles centenarios que se elevan a lo largo de las colinas circundantes. El exterior está revestido casi en su totalidad con tejas grises en forma de diamante, que se extienden desde las paredes hasta la puerta del garaje y el techo, otorgando a la arquitectura un aspecto coherente y monolítico.
En el lado sur, una porción del volumen ha sido excavada, creando espacio para los escalones que conducen a la puerta de entrada y para ventanas adicionales, ubicadas en los retranqueos de la fachada. Estas aberturas están orientadas de manera que evitan vistas directas a la propiedad colindante, garantizando privacidad y, al mismo tiempo, un mayor ingreso de luz natural en el corazón de la casa, cumpliendo con las normativas urbanísticas.